Caracas -  El denominado Plan 50 de Precios Acordados, impulsado por el gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, con empresarios del sector privado, no debe generar un mayor desabastecimiento en Venezuela, indicó el analista Luis Gavazut.

El mecanismo de la administración venezolana impondrá nuevos precios a 50 rubros básicos de consumo, según Maduro, bajo un acuerdo con los sectores económicos de esta nación suramericana, dedicados a la producción o importación.

"La clave del éxito es que todos los involucrados cumplamos los compromisos", aseveró el pasado 12 de septiembre el mandatario venezolano, quien además propuso una ley en esta materia a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).

Entre los rubros a los que el gobierno prevé fijar precios, se encuentran la leche líquida pasteurizada, leche en polvo, jamón, mortadela, pan de trigo, pastas alimenticias, pollo, aceite de maíz, mantequilla, entre otros, cuyos precios hoy en el mercado son elevados.

No obstante, los primeros cuatros rubros a los que el Estado, en conjunto con el sector privado, estableció nuevos precios para la venta son: el maíz blanco y amarillo, arroz, azúcar y carne, informó el pasado 22 de septiembre el vicepresidente Ejecutivo, Tareck El Aissami.

"Los precios acordados no son un precio impuesto, para ello se establecieron mecanismos de estructuras de costos y con la ganancia justa para los sectores productivos", aclaró El Aissami.

Sin embargo, los detractores de este mecanismo aseguran que lejos de generar estabilidad económica en Venezuela, agudizará la escasez o que los productos regulados que estén en los anaqueles tengan precios mucho más altos a los que tienen hoy.

No obstante, Gavazut defendió que "no debería (ser así)" pues, opinó, "los agentes económicos privados de Venezuela deberían entrar en razón, deberían comprender que es importante lograr una estabilización de precios".

Aseveró que si ese equilibrio económico no se alcanza, y si continúa la "escalada (inflacionaria)", el país suramericano "podría terminar en un colapso económico".

"Lamentablemente, el objetivo político que hay detrás (parece ser) ese, llevar nuestra economía a un colapso total" , añadió el también integrante del Observatorio Económico de la Presidencia de Venezuela.

Además de las escasez de productos y medicinas, Venezuela es azotada por una alta inflación de tres dígitos que, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), cerrará este año en un 720 por ciento.

Para Gavazut, es importante que "los grandes productores en Venezuela, de estos 50 rubros esenciales, entren en razón y lleguen finalmente a una solución de compromiso para tratar de estabilizar los precios".

Por su parte, la gestión de Maduro, que achaca parte de la crisis económica a los "especuladores" de oficio, apunta a que la Asamblea Constituyente encare "directamente la guerra económica" que atribuye también a empresarios vinculados con la oposición local.

En ese sentido, el jefe de Estado venezolano pidió a los denominados "fiscales populares" mantenerse al tanto de los "procesos de producción, importación y distribución", para evita el incumplimiento del acuerdo.

Asimismo, encargó a los fiscales penales "meter preso al que haya que meter preso y se le aplique la máxima pena"