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El olvidado sur de NL, con esperanza de vida; le apuestan a proyectos productivos

El lejano sur de Nuevo León, enclavado en el semidesierto  se prepara para la instalación de un laboratorio de inseminación caprina y bovina respectivamente y reactivar, por primera ocasión en su historia, la más golpeada zona rural de Nuevo León y en dónde las cabras podrían producir hasta ocho litros de leche.

 Para lograr el objetivo, el Instituto Nacional de Economía Social (INAES) de la Secretaría de Desarrollo Social federal, enfoca los recursos de apoyos al impulso de proyectos en aquella región de cinco municipios de los límites con San Luis Potosí y Tamaulipas, de acuerdo al delegado, Félix Coronado Hernández.

 En región integrada por las localidades de Doctor Arroyo, Aramberri, Galeana, Iturbide y Mier y Noriega por décadas ha estado sumida en la miseria y la desesperanza.

 “El proyecto es primero cambiar la mentalidad, el chip de la gente y poner a disposición los recursos económicos para que se constituyan en cooperativa desde cinco o más socios para crear su empresa”.

  Recuerda el funcionario la necesidad urgente de reactivar la zona generadora de productos primarios que se ha desplomado al paso de los años, al grado de que, ejemplifica, el 25 o 27 por ciento del cabrito que aquí se consume  es local y el resto se importa.

 Además, una cabra ofrece entre tres y cuatro litros de leche, una cantidad ínfima que apenas permite las precarias condiciones de los hatos ante la falta de calidad y el débil pastoreo entre otras adversidades.

 Para el delegado de INAES, con un hato de 100 cabras y producción de ocho litros de leche cada una, un productor puede vivir decorosamente.

 En este sentido se dirigen los apoyos a proyectos que van también a la comercialización de productos como el nopal y el coyonoxtle, una cactasea de ornato.

 El primero paso es ahora organizar a los hombres y mujeres del campo en sociedades cooperativas para que cuenten con certeza jurídica y así tengan acceso a los recursos para los proyectos y que pueden ascender hasta los dos millones de pesos.

 

 El proyecto del laboratorio genético está en marcha y ello permitirá mejorar la genética, la cuestión alimentaria del ganado y lo relativo al pastoreo entre otras cosas, comentó Coronado.