Ya viene el 2023 y como cada 365 días, estamos despidiendo al año que termina. Muy probablemente, hace un año, estuvimos preparando una estupenda lista de propósitos para iniciar el nuevo ciclo, con todo el gozo y el entusiasmo que pudimos. Sin  embargo, la propuesta hoy es canalizar nuestra energía, principalmente, en preparar una lista de deseos y no tanto de intenciones.  

  Con esto, no estoy diciendo que olvides esa bella tradición de los grandes retos a lograr y deseches esos buenos proyectos que te planteas iniciar en enero.  Puedes hacer ambas  cosas, incluso, sin plasmarlo en un papel, por lo general acostumbramos pedir 12 deseos al comer las tradicionales uvas –durante el ritual de año nuevo- segundos antes de que acabe el presente año.  Y en ese momento, nunca olvidamos solicitarle a Dios o al universo, salud, dinero y amor, más otros nueve deseos. No obstante, al decir: ¡Feliz año nuevo! Abrazarnos, besarnos y seguir festejando, poco a poco vamos olvidando al año viejo, a las uvas y a muchos de aquellos increíbles deseos. 

 Por eso hoy, te propongo, crear una lista de deseos, incluyendo aquellos doce que durante la cena de fin de año, unirás a tus uvas.  Piensa, piensa, pero ¡piensa en grande! Se vale pedir todo aquello que tú quieras. 

 Y si tus deseos mueven la brújula hacia la aventura, pide ¡viajar! Conocer nuevos lugares. Recuerda que debes enfocarte en ti y en tus prioridades, porque son tus deseos y no los de alguien más. Es todo aquello que quieres que te pase a ti y que es muy importante.  

También puedes pedir pensar más en positivo y que no falten las risas, esto facilitará tu día a día. Otro buen deseo es tener salud en abundancia para caminar como un guerrero a lo largo de la primavera, el verano, el otoño y el invierno que vendrán. Y aquello que no se debe olvidar ni aplazar, es el gran deseo de pasar momentos inolvidables con tus seres queridos. 

 Puedes pedir muchas cosas, por ejemplo, puedes pedir –si tienes algún negocio- que te lleguen más clientes, que te asciendan en tu trabajo –si eres empleado-, o, que logres tener un mejor empleo si es que eso es lo que anhelas. 

 Pide cuanto quieras, sin limitarte, pero, pídelo desde el corazón, desde la emoción y desde la ilusión de tu niño interno, porque es en el corazón y en la memoria de tu infancia -aquella que creía que todo era posible-, donde siempre nacen todos los grandes y buenos deseos.

¡Feliz año nuevo! ¡Muy feliz inicio de ciclo!... ¡Feliz 2023! Y a empezar el año con toda la actitud.