Editoriales

El origen de las chinas poblanas

En el quechua, la palabra “chino” significa mujer, hembra o muchacha. Durante la colonia, las familias bien acomodadas tenían entre su servidumbre algunas chinas –de las quechuas- que se encargaban de las labores domésticas, pues tenían fama de limpias y hacendosas. Con el paso del tiempo, china y chino fueron los “títulos” que los peninsulares le daban a la servidumbre.

Luego pasó lo de “china” a todas las muchachas pueblerinas que en el siglo XIX fueron llenas de elogios en el arte popular por su belleza y sensualidad. De ahí viene aquello de las chinas poblanas que hoy es parte obligado del folclore nacional. Antes de eso, cuando llegaron los esclavos africanos a México, hubo el cruce de estos con las indígenas, surgiendo las castas y de ahí que a los hijos de esas parejas les decían chinos porque estaban predestinados a servir en las casas de ricos. Luego, muchos de estos mulatos tenían por herencia de los africanos, el pelo rizado y de ahí que se reforzara la aplicación de chino al pelo de ese tipo.