En el 2014, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) advertía de los abusos y violencia que se viven en el penal de Apodaca.
El último Diagnóstico Nacional del organismo que hizo al penal de Apodaca, lo ubicaba con 5.85 de calificación a nivel nacional, reprobatoria si se sabe que la mejor calificación es Guanajuato con 8.02 puntos.
El más bajo fue el penal del Topo Chico con 5.24 puntos de calificación, el segundo lugar Apodaca con 5.85 y en tercer lugar el Cereso de Cadereyta con 5.9 mientras que los mejores evaluados fueron Guanajuato (8.02), Aguascalientes (7.75) y Baja California (7.42).
En el otro extremo de la lista se encuentran Nayarit con la calificación más baja (4.11), Quintana Roo (4.43) y Guerrero (4.99).
En mayo del 2011 se registró un incendio donde se calcinaron 14 reos que previamente habían sido asesinados por un grupo rival de acuerdo a archivos periodísticos.
En el 2014 se habló de que habían 8,571 internos en los tres centros , su manutención en promedio de 161 pesos diarios; 4,656 en el Topo Chico; Cadereyta 2,002 y Apodaca 1,913 y un presupuesto de 504 millones para los tres centros penitenciarios siendo el Topo chico el que percibe más de 205 millones de pesos.
El 19 de febrero del 2012 Jorge Domene, entonces Vocero de Seguridad confirmaba la muerte de Al menos 44 personas murieron durante una riña la madrugada de este domingo en el Cereso de Apodaca.
Tras la muerte de los 49 reos en el Penal del Topo Chico en el 2016 las autoridades aseguraron que el control lo tiene el Estado la autoridad se comprometió a buscar recursos y mejorar las instalaciones, se habló hasta de reactivar el penal de Mina y se abrieron las puertas a los medios de comunicación para que constataran las nuevas condiciones , hasta clases de valores y meditación se empezaron a dar pero, a partir de esos hechos varios motines han brotado.
El Cereso de Apodaca fue ahora el escenario de lo que impera en el sistema penitenciario neolonés.
