Agosto 8 de 1879: Nace en Anenecuilco, Morelos; Emiliano Zapata, quien sería un destacado líder campesino, e ícono de la Revolución Mexicana. Desde joven gustaba de cortejar mujeres, lo que le acarreó no pocos problemas y uno de ellos le obligó a inscribirse en el Ejército en el 9º regimiento de caballería, como caballerango de Pablo Escandón, jefe del estado mayor de Porfirio Díaz. Al regresar a Morelos fue designado jefe de la junta de Ayala, y con un grupo de hombres tomó las tierras del Hospital para distribuirlas entre los campesinos. En marzo de 1911 se sumó al maderismo apoyando el plan de San Luis, siendo designado -debido a su don de mando-, jefe del movimiento revolucionario del sur. Al caer el dictador Porfirio Díaz, Zapata toma distancia de Madero, a quien le exigía un reparto agrario de inmediato. Aunque Zapata aceptó darle tiempo a Madero para que realizara la reforma agraria, apenas un mes después, Zapata desesperó y lanzó el plan de Ayala para expropiar un tercio de las tierras de los terratenientes a cambio de una pequeña compensación para que los campesinos disfrutaran de esas tierras.
El plan tuvo éxito entre la gente del pueblo, pero Pascual Orozco se convirtió en el jefe de la revolución, exigiendo la renuncia de Madero. Al ser muerto Madero por traidores, Victoriano Huerta asumió el poder y una de sus acciones fue invitar a Zapata para que formara parte de su gobierno, pero el caudillo del sur se niega y por el contrario, fusiló al emisario, quien era el padre del revolucionario Pascual Orozco. Zapata modificó el plan de Ayala para asentar que Victoriano Huerta era indigno presidente de México. Así que se sumó a Venustiano Carranza, y su plan de Guadalupe en contra de Huerta. Al declarar a Orozco traidor, Zapata quedó al frente del ejército revolucionario, llegando a tener en sus filas a 27 mil hombres, enfrentándose con Huerta en 1913 a quien derrotó. Luego se alió con Pancho Villa en la convención de Aguascalientes, entrambos desconocieron al presidente Carranza y pusieron a Eulalio Gutiérrez de presidente provisional. Unidos contra Carranza, los dos grandes guerrilleros, Zapata y Villa organizaron una entrada de sus ejércitos a la Ciudad de México, pero Villa aceptó el plan de Ayala, adecuándolo a su filosofía norteña.
Esto los dividió y el carrancismo con Obregón frente al ejército constitucionalista derrotó a Villa en el norte y acotó a Zapata en Morelos. Cuando Carranza envió a Juan Sarabia, Antonio I. Villarreal y a Luis Cabrera a negociar con Zapata, éste pidió la renuncia de Carranza y el reconocimiento al plan de Ayala. La respuesta de Carranza fue enviar a Obregón a perseguir a Villa, y a Pablo González Garza contra Zapata. A partir de 1918, Zapata y Villa quedaron reducidos a guerrilleros más que a revolucionarios, pues Carranza, con su ley agraria tranquilizó a las bases campesinas del sur. Y Pablo González infiltró a Jesús Guajardo en las filas zapatistas, como supuesto desertor de sus filas. Zapata le desconfiaba, pero Guajardo “comprobó su lealtad” a Zapata fusilando a 50 soldados federales, así que acordaron reunirse en la hacienda de Chinameca, Morelos, el 10 de abril de 1919. Zapata llegó desde la noche previa, dejando a sus tropas afuera de la hacienda, y entró con sólo 100 hombres, así que al ingresar, un ordenanza tocó la llamada a honores con su clarín, lo que en realidad era señal para que los fusileros apostados en las azoteas de las casas de la hacienda le dispararan a Emiliano Zapata, quien reaccionó desenfundando su pistola pero fue desarmado de un balazo. Así murió Emiliano Zapata y nació su leyenda, que sigue presente en varios movimientos populares de México.