04/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Mayo 18 de 1897: nace en Linares, Nuevo León, Rodrigo Gómez Gómez, quien sería Director General del Banco de México. Estudió la educación primaria e inmediatamente para Tenedor de Libros y, con ese pobre bagaje educativo pero enorme inteligencia natural, logró colocarse en una institución bancaria –el Banco Francés- en donde fue responsable de la subgerencia en Mérida y Tampico. Después, a la edad de 25 años se incorporó al Banco Mercantil de Monterrey, a cargo del Departamento de cambios, donde desarrolló un especial talento para la actividad cambiaria, convirtiéndose rápidamente en indispensable cuando de realizar operaciones cambiarias se tratara, pues en esa época existía incertidumbre respecto a la oscilación del precio del oro, la plata, el peso mexicano y el dólar. Allí duró cuatro años, y después seis más como subgerente. 

La moneda de plata fluctuaba contra el oro y el oro más la plata, fluctuaban respecto del dólar. Y sucedió que, en 1933, durante los tiempos de la gran depresión norteamericana que devino en crisis económica mundial, el Banco de México, ya establecido como el órgano oficial del país en materia económica, requería de un funcionario capaz de realizar lo necesario para proteger los intereses nacionales en el vital aspecto cambiario. 

Se realizó una auscultación nacional en el medio bancario y financiero, llegándose a la conclusión de que el idóneo para el puesto requerido, era precisamente nuestro paisano Rodrigo Gómez. 

Así se inició la más brillante carrera que se conozca entre los directores históricos de esa poderosa institución económica nacional. Llegó a ser Director General del Banco de México desde 1952 hasta su muerte en 1970, tocándole ser artífice del llamado Milagro Mexicano, mediante el cual nuestra nación pasó de tener una economía semi feudal a una desarrollada que permitió a los gobiernos revolucionarios construir la infraestructura en todos los rubros: educación, salud, agropecuario e industrial, entre otros. El talento y personalidad de Don Rodrigo permitieron la estabilidad cambiaria del peso respecto al dólar de 12.5 pesos, admitiendo libertad cambiaria absoluta, y generando una reserva monetaria creciente durante todo el tiempo que dirigió las finanzas nacionales, sin ingresos petroleros. Casó con Luisa Benítez Martínez, hermana del ex gobernador José Benítez, con quien procreó una hija de nombre Luisa. Murió el 14 de agosto de 1970 y, La Presa de La Boca, ubicada en el municipio de Santiago -que hoy es gobernado por uno de sus descendientes-, se llama Presa Rodrigo Gómez en su honor, misma que se ha convertido es uno de los más importantes destinos turísticos de Nuevo León y del noreste nacional, sobre todo los fines de semana.