08/May/2024
Editoriales

La Invasión Norteamericana, 8ª parte. Las primeras batallas, en Palo Alto y en La Resaca

Si la Invasión Norteamericana a México se efectuara actualmente, desde luego que habría protestas internacionales contra semejante abuso. Pero como se perpetró en el siglo XIX, el Derecho Internacional de aquel tiempo y el ahora llamado Concierto de las Naciones, consideraban el ‘Derecho de Conquista’ una justificación válida. 

 

El Derecho de Conquista, pretexto ideal para invadir México

Esto existe desde que el hombre se volvió sedentario; los poderosos se adjudicaban derechos sobre personas, tierras y bienes de los débiles. Casi todos los imperios crecieron bajo esta base, como el de los romanos que de la Ciudad de Roma se expandió por casi todas las naciones en la ribera del Mar Mediterráneo. Y también el mundo árabe nació y se apoyó en el mismo concepto del Derecho de Conquista; la diferencia es que el Imperio Romano cayó y el mundo árabe sigue de pie.

 

Mahoma fundó el mundo árabe

En el año 666 los musulmanes guiados por Mahoma iniciaron la Hégira (migración), una campaña militar-religiosa de expansión del Islam que comprendió los 22 países que continúan constituyendo el mundo árabe: Arabia Saudita, Argelia, Bahrein, Catar, Comoras, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Jordania, Kuwait, Líbano, Libia, Marruecos, Mauritania, Omán, Palestina, Siria, Somalia, Sudán, Túnez, Yemen y Yibuti. 

 

En América se estrenó el Derecho de Conquista con Las Antillas, pues las grandes potencias colonizaron esa región. España, Reino Unido, Países Bajos, Francia, Suecia y Dinamarca se dividieron el conjunto de Islas que luego se intercambiaron en repetidas ocasiones. 

 

El papa Alejandro VI y el primer tratado de Derecho Internacional

El Primer Tratado de Derecho Internacional que versó sobre este tema, fue la Bula Intercætera con la que el papa Alejandro VI dividió el nuevo mundo entre dos potencias católicas: España y Portugal. Les otorgó el derecho a conquistar las ignotas tierras americanas con el compromiso de llevarlas por el camino de la fe. Inglaterra, país protestante separado del catolicismo, por la vía de la vía de la fuerza conquistó trece Colonias y parte del actual Canadá; mientras Francia igualmente tomó la Luisiana y el Quebec por la misma vía. 

 

Se consideraba legal una conquista, si era para beneficio del conquistado

Las naciones católicas justificaban sus conquistas con la difusión de la fe y según el gran filósofo español Francisco Suárez se establecían tres requisitos: que la conquista fuera emprendida por una autoridad legítima -Monarca Católico-, una causa justa -Convertir al catolicismo, Derrocar a un Tirano-, y que la conquista fuera de beneficio para el pueblo conquistado. Desde luego que esto último no aplica para la Guerra de Invasión Norteamericana, pues de ninguna forma fue en beneficio de México, sino todo lo contrario.

El Derecho de Conquista no aplicaba en la invasión norteamericana

Además, porque la invasión norteamericana fue realizada por un país no católico y, en el decimonono, su doctrina -sin mayor filosofía-, la Doctrina Monroe, elaborada en 1823 por John Quincy Adams y perfeccionada por James Monroe, justificaba el  Derecho de Conquista, que protege los intereses de los ‘americanos’ en América -confundiendo americanos con estadounidenses-, para expandir la libertad, el esfuerzo y la laboriosidad estadounidense a los indios bárbaros o pueblo oprimidos. 

 

El ‘Derecho de Conquista’ fue válido hasta el año de 1920, cuando la Sociedad de Naciones -antecedente de la ONU- declaró que no había guerra justa. Sin embargo, en la Segunda Guerra Mundial, el Eje Alemania – Italia - Japón conquistó conocidos territorios europeos y algunos asiáticos como Corea y Manchuria. 

 

Pese a ser proscrito, se sigue aplicando el Derecho a la Conquista

Es más, con el término de la Segunda Guerra Mundial no pararon las conquistas. La prueba es que en 2014 Rusia conquistó Crimea, una parte de Ucrania. Pero como Rusia es el gran proveedor de gas natural no hubo represalias, sofocándose el ruido con un silencio internacional cómplice. 

 

El caso es que México no recibió ayuda internacional, so pretexto de que en 1846 el Derecho de la Conquista era válido aún. Estados Unidos atracó a México sin oposición de las potencias europeas, ni de las sudamericanas y, paradójicamente, los únicos opositores a la invasión eran Abraham Lincoln y otros representantes del Congreso Norteamericano. 

 

Sin declaración de guerra, Mariano Arista se quedó solo enfrentando a Taylor

Ya en plena invasión norteamericana con la Declaración de Guerra, Taylor avanzaba rumbo al sur mientras el Congreso Mexicano aún debatía sobre su declaración de Guerra. Así que en el norte Mariano Arista quedaba prácticamente solo, y contaba en teoría con 2 mil 300 hombres de infantería y mil 100 de caballería, armados con lanzas, arcabuces y rifles de repetición. Sin embargo, muchos de ellos habían desertado o estaban heridos, mientras Taylor tenía 2 mil 400 hombres entrenados, con rifles “Mississippi” y la artillería más moderna del mundo. 

 

Para que no hubiera duda acerca de la frontera que con México querían imponer, los norteamericanos comenzaron a construir frente a Matamoros una fortaleza llamada Fort Texas, y Mariano Arista combatió a los norteamericanos para impedir que construyeran en suelo nacional, pues el río Bravo no era la frontera con Estados Unidos. 

 

Inicia el duelo entre Mariano Arista y Zachary Taylor

Así que a principios de mayo de 1846, los mexicanos iniciaron el cañoneo desde El Fuerte de Matamoros a El Fuerte, Texas. Y Taylor, que acababa de recibir nuevos pertrechos en Puerto Isabel, se dirigió a reforzar a los defensores del Fuerte Texas. Pero el día 8 de mayo, cuando Taylor se encaminaba al sur, fue interceptado en Palo Alto por las tropas de Mariano Arista. 

 

Asedia Mejía la fortaleza Texas

Mientras tanto, la fuerza de Francisco Mejía conformada por los batallones activos de México, Puebla y Morelia, más el Regimiento de las Villas del norte y la Guardia Nacional de Matamoros, asedió la fortaleza Texas. Mejía logró tomar las trincheras exteriores y pudo sitiar la fortaleza, esperando instrucciones para asaltar El Fuerte. 

 

Planea Arista que la infantería de Taylor se atascara en el lodo

En tanto, Arista, en Palo Alto, desplegó sus tropas en una línea de kilómetro y medio de largo frente a un lodazal y unos altos -lomas-, esperando que los norteamericanos atacaran primero con la infantería -como marcaban las costumbres del orden en la guerra, primero las infanterías hombres contra hombre, luego las caballerías y al final las artillerías- por lo que los infantes norteamericanos deberían atascarse en el lodo. 

 

Pero Taylor improvisa un ataque fuera de protocolo y sorprende a Arista

Sin embargo, Taylor utilizó una nueva técnica y atacó a las primeras líneas mexicanas de infantes con artillería ligera, lo que era considerado un deshonor, algo que los mexicanos jamás habían visto. Luego los norteamericanos acercaron la artillería pesada y destrozaron al ejército mexicano que, con sus antiguos cañones, algunos ya centenarios, nada pudieron hacer. 

 

Contra ataca Arista recuperando terreno pero no el suficiente para ganar

Desesperadamente, Arista envió a la caballería por un flanco de los artilleros norteamericanos causando fuertes daños al ejército norteamericano, pero no lo suficiente para alzarse con la victoria. La utilidad fue que Arista pudo retirar lo que quedaba de su ejército del lodazal. Y los norteamericanos al mando de Taylor también pudieron retirarse. 

 

Libera Mejía el Fuerte Texas, y Arista reorganiza su cansado ejército

Arista ordenó a Mejía liberar el fuerte Texas del sitio y que se reagrupara en la Resaca de Guerrero. Allí Arista reorganizó su diezmado ejército, producto de la Batalla de Palo Alto, y al día siguiente, el 9 de mayo de 1846 recibió refuerzos, pero la mayoría eran de leva sin conocimientos militares, cansados de la marcha y llevaban tres días sin comer. 

 

Arista organizó a mil 600 hombres, los que estaban en mejores condiciones, en una posición defensiva. Según algunos historiadores -Carlos María de Bustamante y José María Iglesias- a propósito descuidó el flanco izquierdo de su ejército; según otros -Lucas Alamán- Arista esperaba que Taylor descansara unos días y que luego volvería a la batalla. Al grado de que ese mismo día 9 de mayo que se avistó a los norteamericanos supuestamente acampando en Resaca de La Palma, Arista pensó que era una “finta” y se retiró a descansar a su tienda. 

 

La derrota en Resaca de la Palma

Pero Taylor de improviso entró con su caballería por el desprotegido flanco izquierdo haciendo añicos al sorprendido ejército mexicano, que sin su cabeza no reaccionó a tiempo, resultando un nefasto saldo de 150 muertos, unos 150 fugados, más otros muchos heridos. Pese a la confusión, los mexicanos se defendieron como pudieron y respondieron provocando que 120 norteamericanos murieran. 

 

Después de la primera y determinante embestida, Arista ordenó dos contra ataques, pero así como en Palo Alto, la moderna artillería estadounidense marcó la diferencia y en ambos casos los mexicanos fueron vencidos; Arista ordenó una desordenada retirada cruzando el Río Bravo que ahogó más mexicanos que norteamericanos. 

 

Trato caballeroso entre Mariano Arista y Zachary Taylor

Sin embargo, el día 11 de mayo de 1846, Arista y Taylor, futuros presidentes de sus respectivos países, comportándose con honorabilidad, canjearon prisioneros. Y de inmediato Arista marchó el día 12 hacia el sur, con rumbo a Linares, Nuevo León. 

 

Todo esto llegaba a Monterrey en forma de noticias alarmantes y exageradas, contribuyendo a que el terror se apoderara de muchas familias, que reaccionaron huyendo al centro de la República con sus ganados y pertenencias. Sobre todo, aquellas cuyos hijos tenían edad para tomar las armas. 

 

Inician las arengas y los llamados patrióticos escritos

El día 15 de agosto llegó al Cabildo de Monterrey una invitación del gobernador de Puebla, Domingo Ibarra Ramos, para “defender la obra de Iturbide e Hidalgo” 

 

BANDO PRESENTADO POR EL AYUNTAMIENTO CONSTITUCIONAL DE PUEBLA A SUS COMITENTES, EN DONDE INFORMA SOBRE LA INVASIÓN QUE HAN HECHO UNA PORCIÓN DE AVENTUREROS A TERRITORIO MEXICANO, POR LO QUE MOTIVA A LOS HIJOS DE PUEBLA A QUE DEFIENDAN Y SACRIFIQUEN SU ÚLTIMO ALIENTO POR CONSERVAR INTACTA LA HERENCIA DE ITURBIDE E HIDALGO. 

 

El gobernador de Nuevo León, Juan Nepomuceno de la Garza y Evia, invitó a los regiomontanos al patriotismo, a donar dinero, armas, animales de guerra y sobre todo reclutas, como se ve aquí en este Bando del 16 de junio de 1846: 
 

CORRESPONDENCIA DEL GOBIERNO DE NUEVO LEÓN DIRIGIDA AL ALCALDE DE MONTERREY DURANTE LOS AÑOS DE 1846 A 1848: “LA ASAMBLEA DEPARTAMENTAL, COMUNICA AL GOBERNADOR DEL DEPARTAMENTO LA CREACIÓN DE LA MILICIA LOCAL DE NUEVO LEÓN QUE COMBATIRÁ A LAS FUERZAS NORTEAMERICANAS QUE HAN INVADIDO EL TERRITORIO NACIONAL, INTEGRADA POR "TODO NUEVO-LEONÉS DESDE LA EDAD DE DIEZ Y OCHO HASTA LOS CINCUENTA AÑOS", EXCEPTUANDO DE LA LISTA A LOS ECLESIÁSTICOS SECULARES Y REGULARES, Y A LOS SIRVIENTES DOMÉSTICOS Y DE LAS HACIENDAS. DE LA MISMA FORMA, LOS AYUNTAMIENTOS Y JUNTAS MUNICIPALES TENDRÁN LA OBLIGACIÓN DE ABRIR LA LISTA DE RECLUTAMIENTO DE LA MENCIONADA MILICIA, LA CUAL QUEDARÁ BAJO AUTORIDAD DEL GOBERNADOR.”  

 

Hasta que por fin el 16 de junio de 1846 el Congreso Mexicano emitió la Declaración de Guerra con los Estados Unidos, en los siguientes términos: 

 

»Primero. La nación mexicana por su natural defensa, se halla en estado de guerra con los Estados Unidos de América, por haber favorecido abierta y empeñosamente la insurrección de los colonos de Tejas contra la nación que los había acogido en su territorio y cubierto generosamente con la protección de sus leyes por haber incorporado al mismo territorio de Tejas, a la Unión de dichos Estados por acta de su Congreso, y sin embargo de que perteneció siempre y por un derecho indisputado a la nación mexicana, y de que lo reconocieron como mexicano por el tratado de límites de 1831; por haber invadido el territorio del Departamento de Tamaulipas con un ejército; por haber introducido tropas de la península de Californias; por haber ocupado la margen izquierda del Río Bravo; por haberse batido sus armas con las de la República en los días 8 y 9 de mayo del presente año; por haber bloqueado los puertos de Matamoros, Veracruz y Tampico de Tamaulipas, dirigiendo sus fuegos sobre las defensas de estos. 

»Segundo. El gobierno, a consecuencia del estado de guerra, provocada, iniciada y mantenida por los Estados Unidos de América, dictará todas las medidas necesarias para que se sostenga con la energía que corresponde a los derechos y dignidad de la nación. 

»Tercero. El gobierno disfrutará de todas las facultades necesarias en el ramo de guerra, para hacerla efectiva, pronta y eficaz contra los Estados Unidos de América que la han provocado, iniciado y sostenido.» 

 

Como suele suceder ante la necesidad de reclutamientos,  de inmediato surgieron solicitudes de excepción a la milicia. Como por ejemplo, la solicitud de Juan T. Gutiérrez quien pidió se le exceptúe de la milicia. 

 

Así que desde el día 18 de junio se inició un proceso de acopio de planos de la Ciudad para preparar su defensa. 

 

SANTIAGO VIDAURRI, SECRETARIO DE GOBIERNO DEL DEPARTAMENTO DE NUEVO LEÓN, LE COMUNICA AL ALCALDE DE MONTERREY QUE DE ORDEN DEL GOBERNADOR, LE DEVUELVE EL PLANO DEL NUEVO REPUEBLE DE ESTA CIUDAD, QUE SE PRESTÓ ÚLTIMAMENTE A LA COMANDANCIA GENERAL, PARA TENERLO A LA VISTA AL FORMAR EL DISEÑO DE LAS FORTIFICACIONES QUE SE VAN A LEVANTAR 
 
Durante el siguiente mes la tensión nerviosa cubriría a la Ciudad de Monterrey, pues había conciencia de que un dinámico ejército norteamericano, enfrentaba al mexicano dirigido por autoridades que actuaban erráticamente. 

Continuará… 

 

Fuentes:  

ARCHIVO HISTÓRICO DE MONTERREY 

COLECCIÓN CIVIL 

Volumen 248, Expediente 11 

Colección Guerra México-EE.UU. Volumen 1, Expediente 1; Volumen 3, Expediente 2. W. R. Gallinero, Filósofos de la paz y de la guerra : Kant, Clausewitz, Marx, Engels y Tolstoi, Fondo de Cultura Económica, México.

Dublán Manuel y José María Lozano. Legislación Mexicana ó colección completa de las Disposiciones Legislativas expendidas desde la Independencia de la República.  

Vicente Riva Palacio y otros, México a través de los Siglos, Editorial Cumbre, 1983, todos VII y VIII.   

Carlos María de Bustamante, El nuevo Bernal Díaz del Castillo, Fondo de Cultura Económica, 1994.   

Lucas Alamán, Historia de México, Editorial Jus, 1990, tomo V.  

Leopoldo Espinosa Benavides, Un Imperio Venido a Menos, editorial Porrúa, 2014  

José María Iglesias y otros, Apuntes para la Historia de la Guerra entre México y los Estados Unidos, Conaculta, 2005.   

Leopoldo Espinosa Benavides, El Separatismo Mexicano, Editorial Porrúa, 2016