19/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

 

Febrero 2 de 1919: Muere en Monterrey el ingeniero Miguel F. Martínez, benemérito de la educación. Miguel Filomeno Martínez Pérez, nació en Monterrey, el 5 de julio de 1850. Hijo de Antonio Martínez y Francisca Pérez, estudió en Monterrey la educación primaria y desde joven mostraba dotes para la ejecución de piezas musicales clásicas en varios instrumentos, sobre todo en la flauta, llegando a formar parte de una orquesta formal que dirigía Albino Sarabia. Al unísono estudió la secundaria y tomaba lecciones de filosofía, latín y matemáticas.

En 1865 el joven Miguel F. Martínez es premiado por ser el mejor estudiante de filosofía, y es invitado por el maestro Serafín Peña a colaborar con él como maestro auxiliar. Se matriculó en la primera generación de ingenieros topógrafos del Colegio Civil, misma que no terminó el ciclo de estudios al ser cancelada la carrera por el gobierno, pero él continuó sus estudios en forma particular con el único ingeniero que había en el estado: don Francisco Leónides Mier. En 1870 se incorporó de lleno a la educación, dirigiendo una de las dos escuelas públicas que existían en Monterrey. Presentó su examen profesional el 31 de octubre de 1871 siendo reconocido como el único título del ramo topográfico que produjo el Colegio Civil.

Con esa calidad y en base a sus trabajos topográficos que culminaron en un plano oficial de la ciudad, en enero de 1872 fue designado como el Ingeniero de la Ciudad. Incursionó en el periodismo, fundando el periódico El Jazmín, primer periódico ilustrado en Monterey. Casa con la señorita Josefa Rendón en 1875 y ambos procrean a sus hijos Ignacio y Miguel D. Martínez Rendón, que serían distinguidos hombres del arte y la cultura nuevoleonesa. En el Monterrey de 1885 con 30 mil habitantes, crea un colegio privado. Pero la pasión por la educación pública le gana y en 1877 acepta dirigir la Escuela Pública de Niños de Lampazos, en donde aprovechó su estancia para formar la banda municipal de música. En 1890 fue regidor comisionado de instrucción primaria en el ayuntamiento de Monterrey, desde donde estuvo impulsando los programas educativos hasta 1901. El gobernador Viviano L. Villarreal reabrió la escuela normal del estado nombrando al ingeniero Miguel F. Martínez como su director, por lo que decidió cerrar su colegio particular pues no quería caer en conflicto de intereses, pues ya acumulaba dos puestos: de día era inspector de escuelas primarias y de noche, director de la Normal.

En 1882 impulsó la creación de la Biblioteca Pública del estado, pero de 1883 a 1885 hubo de retirarse de sus puestos públicos para atender una fuerte carga de trabajo privado en su despacho de ingeniero topógrafo. Regresó a la educación creando la Academia Profesional para Señoritas, y en 1892 es nombrado por el presidente Porfirio Díaz director general de Instrucción Pública, hasta el año de 1900, cuando regresó al Estado para ser director del Colegio Civil de 1900 a 1901. En 1910 se funda la Universidad Nacional, en la que es consejero ex – oficio y de 1911 a 1914 dirige la escuela Nacional de Maestros. Fue senador por el Estado de Durango y al término de su encargo regresó a Monterrey. El Congreso del Estado lo nombra en 1918 Benemérito de la Educación y muere en 1919. La Escuela Normal del estado, lleva su nombre desde 1943, pues el talante y pasión educativa del maestro Martínez es un ejemplo a seguir, este nuevoleonés liberal y positivista que contribuyó en forma importante a la consolidación del sistema educativo nacional, sigue presente en la memoria del magisterio.