Editoriales

Lealtad

Según el relato de Pausanias de Orestis, asesino de Filipo II de Macedonia en el año 336 adC., la hetaria griega Leena, amiga de Harmodio, había sido acusada de formar parte del complot para asesinar a Hiparco, el tirano de Atenas y su joven amante. Y para que delatara a sus cómplices, fue torturada, pero ni una sola palabra salió de su boca.

Sabedora de lo que le esperaba, durante la noche previa al interrogatorio Leena se cortó la lengua con sus propios dientes. A pesar de su oficio (hetaira era la cortesana que servía de compañera de los hombres de la Grecia Antigua) su lealtad era inquebrantable, así que años más tarde, la ciudad de Atenas honró su memoria erigiéndole una estatua en la mera entrada de la Acrópolis.