Editoriales

De dulce, de sal y de manteca

 

A principios de 1964 Los Beatles llegaron por primera vez a Australia. Aterrizaron en Sidney provenientes de Hong Kong, donde fueron recibidos como héroes. Con ellos viajaba la tía Mimi (Tutora y madre de hecho de John Lennon, el jefe del grupo) que aprovechó el viaje de los muchachos para visitar a unos familiares. La ciudad del primer concierto, Adelaida, les tributó un recibimiento apoteósico; más de 300 mil personas, la mitad de la población de la ciudad estaba amontonada en el aeropuerto para recibirlos y aclamarlos por las calles. La locura. La pasión se desbordó en el Centennial Hall, en uno de los conciertos más memorables de la gira. Días después, al llegar a Brisbane, el último sitio de Australia donde se presentarían, un grupo reducido de enfadados fans (posiblemente porque su ciudad fue elegida en el último lugar) los recibió lanzándoles huevos y tomates.