Sin apartarse de su misión evangelizadora, en las iglesias de la Diócesis de Monterrey, en las misas dominicales exhortan a la gente a votar este primero de julio y desterrar de sus mentes la frase "para que voto si ya sé quién va a ganar".
Los presbíteros invitan pues a sus feligreses de no dejar de lado esta acción cívica.
Da gusto este llamado de la Iglesia en su conjunto, porque sin inclinarse en favor de ningún candidato invitan a la gente a depositar su voto y ejercerlo libremente el primero de julio.
Hace algunas décadas se tenía la falsa idea de que la Iglesia era aliada del Partido Acción Nacional. Hoy se aclara esta situación y los sacerdotes y el Arzobispo de Monterrey lo que no quieren es que la gente haga que gane el abstencionismo.
Y señalan que si todos votamos tendremos los gobiernos que deseamos.
En el marco del Día del Padre, la Iglesia invita a reflexionar entre otras cosas, precisamente a los papás para que eduquen a sus hijos, a darles su amor y alentarlos en las actividades del futuro.
Pide evitar los maltratos y evitar tildar de burros y torpes a los niños porque les crean complejos y por el contrario si se les estimula pueden llegar a ser grandes hombres.
En sus prédicas, dicen que el Reino de Dios es semejante a la siembra de un grano de mostaza y se posteriormente se convierte en un gran árbol con ramas y abundante follaje.
Y señalan que así debe ser la educación en la familia con los hijos para que pasen de niños a hombres talentosos que pueden crear y dirigir grandes negocios y ser el sustento de su familia, apartados de los vicios mundanos.
Así que volviendo a los deberes cívicos no deje de votar, Hágalo por quien usted quiera, pero vote. No deje que lo presionen terceras personas a hacerlo por determinado candidato.