02/May/2024
Editoriales

Los sobres panzones amarillos en las campañas políticas

Cada día nos sorprendemos con un nuevo escándalo. Apenas sabemos de un donativo para la campaña de algún candidato y rápidamente desaparece de la opinión pública porque aparecen dos más.

Los ‘inversionistas’ en las campañas políticas esperan recuperar su inversión multiplicada por ‘n’ veces, y eso que el financiamiento privado está muy restringido en nuestro país. 

La idea es no caer en el esquema norteamericano de fabricantes de armas que apoyan generosamente a ciertos candidatos comprometidos a, cuando sean gobierno facilitar, por decirlo en forma amable, el gasto en armamentos para guerras provocadas y entre la población civil, con la consecuente racha de enigmáticas matanzas.

Sin embargo, esto no es nuevo, pues Carlos, el hijo de Juana La Loca y Felipe el Hermoso, alcanzó en 1519 a ser rey en 17 lugares distintos al mismo tiempo. 

Le faltaba cabeza para colocarse todas las coronas heredadas, conquistadas o compradas, que le convirtieron en el emperador de Europa. 

En España era Carlos I, y en Alemania, Carlos V. Para llegar a ser emperador de Europa, ‘convenció’ en Fráncfort a los electores del Sacro Imperio obsequiándoles dos toneladas de oro, que venían de los banqueros alemanes inversionistas Fugger y Welser, y de sus homólogos genoveses Fornari y Vivaldo, más el florentino Gualterrott.

Desde luego que estos tipos se convirtieron en sus amos, y la historia da cuenta de ello. 

Es de ese tamaño el riesgo que se corre al permitir que circulen los sobres panzones de color amarillo en las campañas…