27/Apr/2024
Editoriales

Abril 6 de 1830: retoma Lucas Alamán, ministro de Relaciones Exteriores, la preocupación de Mier y Terán por la provincia de Texas y promueve la publicación de una ley de colonización

Abril 6 de 1830: retoma Lucas Alamán, ministro de Relaciones Exteriores, la preocupación de Mier y Terán por la provincia de Texas y promueve la publicación de una ley de colonización que traslada la administración del ramo a la federación, provocando fricciones con el gobierno estatal de Coahuila y Texas.

Se restringe la inmigración norteamericana para neutralizar el anhelo de separación polí­tica, complicándose más la situación. El problema inició en 1823, cuando Stephen F. Austin instaló –con permiso especial mexicano- una colonia de 300 familias sajonas a lo largo del rí­o Brazos, en el actual condado de Fort Bend y condado de Brazoria. Al grupo de sajones asentados en México se les conocí­a como Los Viejos Trescientos.

Pronto, en 1826, Haden Edwards instiga a una insurrección en Nacogdoches, frontera con las colonias americanas ya convertidas en Estados Unidos de América, proclamando la independencia de lo que llamó "República de Fredonia", pero los militares Austin y Mateo Ahumada lo derrotan con sólo entrar a Nacogdoches con sus respectivos ejércitos, pues se rinde Edwards sin disparar un tiro. Sin embargo, en 1827, el presidente estadounidense John Quincy Adams enseña la garra ofreciéndole a México un millón de dólares por el territorio de Texas, y su oferta también es rechazada.

En 1829, Andrew Jackson eleva la oferta a 5 millones de dólares, y como por esas fechas México estaba ocupado derrotando a España en su intentona de reconquista, al mismo tiempo entraron en tropel una gran cantidad de sajones a asentarse en tierras mexicanas. Es en ese momento cuando Mier y Terán advierte el peligro de que la provincia de Texas pudiera separarse de México, pues los sajones indocumentados eran ya demasiados.

Y así­ fue; entre 1832 y 1833 se inquietaron los colonos sajones texanos al saber de la lucha por el poder que se celebraba en la lejana ciudad de México, iniciaron sus "convenciones" para reaccionar frente a la abolición de la esclavitud. Y luego al enterarse que en Zacatecas se escindió Aguascalientes cuando el ejército mexicano derrotó al local de Zacatecas, los texanos decí­an temer una embestida igual de Santa Anna.

Ese fue el pretexto para declararse independientes de México, ya que sus reclamaciones polí­ticas, sobre todo su "derecho" a la esclavitud no prosperaron. En 1835 Austin anuncia en las convenciones que sólo la guerra contra México asegurarí­a la libertad texana, pues se encontraban en total abandono del gobierno mexicano. Fue a partir de ese momento cuando comenzaron los encuentros entre texanos y mexicanos comenzando con la primera batalla celebrada en González, Tamaulipas.

La guerra de Texas en la que Antonio López de Santa Anna fue principal protagonista, es el primer capí­tulo de una novela del corte dramático que bien podrí­a llamarse "Cómo despojar de su patrimonio a un paí­s". Primero, los sajones texanos se declaran independientes, luego conformaron la república de Texas y finalmente se adhirieron a Estados Unidos, sin tener que pagar los 5 mdd que el presidente Jackson habí­a ofrecido por la compra de ese territorio. Con esas y otras consideraciones históricas, podrí­amos afirmar que Lucas Alamán sólo consiguió con la Ley de Colonización que hoy recordamos, echarle gasolina a la lumbre, aunque en honor a la verdad, con esa ley o sin ella, los texanos sajones ya tení­an trazado un plan, de acuerdo con el gobierno norteamericano. Porfirio Dí­az Mori no es santo de mi devoción, pero cuánta razón tení­a cuando dijo: "Pobre México, tan lejos de Dios, y tan cerca de Estados Unidos".