28/Apr/2024
Editoriales

Un buen Papa

Como todo en la vida, las mismas personas juzgadas por diferentes entidades o criterios, tienen calificaciones diversas.

 Cuando murió en 1534 el papa Clemente VI, su sucesor fue el papa Paulo III, un religioso perteneciente a la alcurnia italiana, quien realizó una carrera vertiginosa en la Iglesia Católica, y murió en el año de 1549. Analizado conforme a los cánones eclesiásticos, Paulo III no tuvo un buen desempeño, sin embargo, calificado conforme la óptica de los habitantes del Continente Americano, se trató de un gran papa.

 Esto se deduce porque en el año de 1537 suscribió una Bula Papal llamada Sublimis Deus, documento muy relevante que contenía la declaratoria de que los indios eran seres humanos, dotados de alma y corazón.

 Esto desde luego que no les agradó a los conquistadores europeos, sobre todo los que hacían de las suyas abusando de los naturales a quienes trataban como animales, asegurando que no eran seres humanos.

 Sin embargo, los religiosos que acompañaban a las expediciones normalmente hacían un informe de lo que veían en América, y se lo mandaban a su santidad.

 Ante la Bula Papal, la Corona española no tuvo de otra que enviar una orden a quienes otorgaban señoríos y concesiones en América, aunque como se sabe, muchos de los abusivos sólo le despistaron un poco, pero en el fondo continuaron con sus prácticas criminales en las congregas y señoríos. Por lo mismo, el papa Paulo III, fue un gran Papa para los americanos.