03/May/2024
Editoriales

Un buen espaldarazo

Cuando se inicia una nueva empresa es cuando más se aprecian las felicitaciones, y si provienen de alguien influyente en la misma especialidad, se considera un espaldarazo.

Winston Churchill regresó como Primer Lord del Almirantazgo en septiembre de 1939 cuando Inglaterra declaró la guerra a Alemania luego de la invasión hitleriana a Polonia. 

Como diputado que era, Winston tenía muchos detractores, pero ahora se requería unidad para enfrentar a Hitler, así que unos por convencimiento y otros con conveniencia, le aplaudieron, pero se ocupaba que alguien importante fuera de la Isla lo reconociera. Franklin Roosevelt fue quien envió una felicitación en términos tan solidarios que se consideró el espaldarazo que necesitaba Churchill para consolidar su nuevo liderazgo antes de iniciar la reorganización del ejército y el gobierno, pues el primer ministro Chamberlain se había visto pusilánime ante El Führer.

_Querido Churchill: como usted y yo ocupamos posiciones similares en la Primera Guerra mundial, quiero decirle cuán contento estoy de que haya regresado usted al almirantazgo. Lo que quiero que sepan usted y el Primer Ministro, es que estaré encantado de recibir noticias personales de usted en todo momento, sobre los temas que desee.

Puede enviarme siempre sus cartas selladas por medio de su propia valija diplomática o bien de la mía.

Me alegra que hiciera usted los volúmenes Marlborough antes de que esto empezara; leerlos fue todo un placer. Con mi afecto más sincero, le saluda atentamente,

Franklin Roosevelt, presidente de Los Estados Unidos de América.    

Para el 10 de mayo de 1940, Winston Churchill fue nombrado Primer Ministro de Gran Bretaña, y luego de infinidad de emotivos discursos y fieras batallas (en ese orden), Los Aliados vencieron al Eje, triunfando en la Segunda Guerra Mundial y elevándose Churchill a niveles insospechados de popularidad en todo el planeta.