18/Apr/2024
Editoriales

Un sueño convertido en realidad

Algunas personas sueñan en grandes empresas, mientras que otras permanecen despiertas y las realizan. Tal es el caso de dos hombres que unieron sus esfuerzos para hacer realidad un hermoso proyecto: la publicación de "El Porvenir", el decano de los diarios regiomontanos.

Ayer, 3l de enero, "El Porvenir" cumplió el 98 aniversario de su natalicio. Estamos a dos años del centenario del decano de los diarios locales.. Durante este tiempo, este periódico ha informado puntual y verazmente a la comunidad y a la región. En este tiempo, son numerosas las personas que han hecho posible su diaria aparición.

Sin embargo, su origen lo debemos a dos personas cuyos nombres habrán de ser recordados siempre: Jesús Cantú Leal y Ricardo Arenales; el primero originario de Cadereyta Jiménez, Nuevo León y el segundo, de Santa Rosa de Osos, Antioquí­a, Colombia.

"El Porvenir" fue creado el 3l de enero de l9l9. Hoy por hoy, es el decano de los diarios locales. En estos 98 años, ha sido protagonista y testigo de la época en que le ha tocado vivir. Por sus páginas han pasado grandes figuras.

En el 50 Aniversario de "El Porvenir", en 1969, Don Ricardo Margain Zozaya escribió un editorial, en el que nos recuerda a "Ricardo Arenales, Jesús Cantú, José Treviño, Celedonio Junco de la Vega, Tomas de Hoyos, Federico Gómez, Eduardo Martí­nez Célis, Eusebio de la Cueva, David Alberto Cossí­o, Virgilio Garza, Héctor González, Alfonso Reyes, José Alvarado, Vito Alessio Robles, Plinio D. Ordóñez, Raúl Rangel Frí­as, Israel Cavazos, Tomás y Rodrigo Mendirichaga, Jorge Pedraza y muchos otros colaboradores más, quienes hicieron de "El Porvenir", el periódico prototipo del pensamiento regiomontano, audaz, sin dejar de ser cauteloso, intrépido sin dejar de ser soñador y realista pero con ideales".

"Allí­, en las páginas, estos hombres plasmaron sueños, corajes, desvelos, y amor, mucho amor, porque la función social primordial del periódico es, ha sido y será inyectar amor y cariño a la comunidad, impulsar la moral en la crisis y pulsar a la humanidad ponderando las voces que nos fortalecen. Ese es El Porvenir."

Nosotros agregarí­amos que en estas páginas han estado compañeros como Armando Fuentes Aguirre "Catón", quien ahora colabora en más de un centenar y medio de diarios de todo el paí­s; Jorge Villegas, quien recientemente nos dejó y quien fue director de "El Diario de Monterrey" y después fue editorialista de "Milenio", y alguien también muy importante: Regino Dí­az, quien posteriormente fue Director del diario capitalino "Excélsior".

También han estado en su redacción, figuras como Romeo Ortiz Morales, Aureliano Quintero. Mario Canales Sáenz, Hermila Martell, Rosaura Barahona, Elba González Campos, Marco Almazán, Guillermo Mora Tavares, Hiram Ortiz, Samuel Flores Longoria, Hugo L. del Rí­o, Héctor González, Rosalí­o Garcí­a, Raúl Montoya Reta, Franco Gómez, Felipe Coronado Limón. Raymundo Yzcoa Flores, Federico Gómez, Oziel Hinojosa, Carlos Herrera y muchos compañeros más.

En esta ocasión deseo rendir homenaje a un hombre sencillo que poseí­a un gran poder conciliador. Me refiero a don Rogelio Cantú Gómez, director y gerente de "El Porvenir" durante muchos años. El imprimió a "El Porvenir" una gran mí­stica. Resultarí­a imposible dejar de mencionar a don Francisco Cerda, quien acompañó a don Rogelio como subdirector de este diario. Fue maestro de periodistas, cuando en las universidades aún no existí­an las escuelas de periodismo.

A través de estos 98 años, "El Porvenir" ha informado y orientado a la comunidad en torno a los acontecimientos locales, nacionales e internacionales más importantes. Durante años se le llamó el Periódico de la Frontera y lo mismo circulaba a diario en ciudades como Monterrey, Saltillo, Reynosa, Matamoros y Laredo, entre otras.

En sus páginas ha quedado grabado el registro de sucesos trascendentales para la ciudad de Monterrey, el Estado de Nuevo León, el paí­s y el mundo. Los historiadores contemporáneos y los del futuro, tienen en "El Porvenir" una fuente de primera mano para la elaboración de estudios y obras con relación al siglo XX.

Este dí­a deseamos recordar a los dos iniciadores de este diario: Ricardo Arenales y Jesús Cantú Leal. El verdadero nombre de Arenales era Miguel íngel Osorio. Habí­a nacido en Santa Rosa de Osos, Departamento de Antioquí­a, en la República de Colombia. Así­ como nos encontramos con varios nombres utilizados por este personaje a través de su vida, también son varias las fechas que en relación a su nacimiento nos proporcionan sus biógrafos.

Veamos: El historiador Israel Cavazos Garza señala en la primera edición de su Diccionario Biográfico de Nuevo León (Tomo II, página 357) el año de l884, sin mencionar ni el dí­a ni el mes. El licenciado Genaro Salinas Quiroga, en su Historia de la Cultura Nuevoleonesa (página l95), consigna el año de l879, también sin precisar ni el dí­a ni el mes.

Por su parte, el Lic. Héctor González, en "Siglo y Medio de Cultura Nuevoleonesa" (página 2l6) dice que fue "probablemente por el año de l884" y Eligio Coronado, en su "Antologí­a de la Poesí­a Nuevoleonesa", señala en la página l47, el 29 de julio de l883 como la fecha en que este personaje vino al mundo. Este último nos dice: "Trashumante y bohemio, Barba Jacob recorrió varios paí­ses, habitó cuatro nombres y ejerció dos oficios...Colombia, Cuba, Guatemala, Honduras y México lo vieron ataviado de poeta y periodista por las riberas del aire de la época, bajo su verdadero nombre, Miguel íngel Osorio, y los heterónimos Ricardo Arenales, Main Jiménez y Porfirio Barba Jacob."

Destacó en el periodismo y en la poesí­a. Vino a Monterrey por primera ocasión en el año de l908. En esa primera etapa, permaneció aquí­ hasta el año de l9l3. Estuvo en la redacción de uno de los periódicos más importantes de la época: "El Espectador", del cual llegó a ser propietario en l9l0. Fue fundador de la Revista Contemporánea, en el año de l909. Colaboró también en "Zig-Zag" y en "The Monterrey News". Se traslada a la ciudad de México, en donde crea la publicación "Churubusco".

Regresa a Monterrey en l9l9 y funda, el 3l de enero de ese año, el periódico "El Porvenir". A lo largo de su existencia, la cual concluye el l4 de enero de l942 en la ciudad de México, Arenales escribió numerosos artí­culos y poemas.

Hasta aquí­, por ahora, dejemos a Ricardo Arenales, Porfirio Barba Jacob o Miguel íngel Osorio, pues --al fin-- todos eran uno.

Pasemos ahora a otra figura de gran importancia en la fundación de "El Porvenir". Se trata de don Jesús Cantú Leal, quien fue impresor durante la mayor parte de su vida. Era originario de Cadereyta Jiménez, Nuevo León, en donde nació el l7 de diciembre de l877, siendo sus padres don Lázaro Cantú y doña Juana Leal de Cantú.

Después de realizar sus primeros estudios en la tierra natal, se trasladó a Monterrey en busca de nuevos horizontes. Desde temprana edad se inclinó por las artes gráficas, cuyos secretos conoció con el auxilio y adiestramiento de su maestro, don Vicente Martí­nez. Fue tal su vocación por esta actividad, que ya no la dejarí­a en el resto de su existencia.

Después de trabajar para otras imprentas, instaló su propio taller, en el cual imprimí­a publicaciones periódicas y libros. En su empresa se editaron obras de destacados nuevoleoneses, entre ellos los maestros Serafí­n Peña, Pablo Livas y el historiador David Alberto Cossí­o.

En el año de l9l6 mejoró y amplió su taller y se cambió a la esquina de las calles de Galeana y 5 de Mayo. En ese lugar vio la luz, el 3l de enero de l9l9, la primera edición del periódico "El Porvenir", fundado en colaboración con Ricardo Arenales. Al poco tiempo, el periódico pasarí­a a ser propiedad exclusiva de don Jesús Cantú Leal. Después habrí­a de dirigirlo Don Rogelio Cantú Gómez.

Una nueva generación, encabezada por Gerardo Cantú Escalante, está ahora al frente de "El Porvenir". Nuestra felicitación, sincera y cordial, para todos aquellos que hacen posible que, dí­a a dí­a, tengamos en nuestros hogares las páginas del decano de los periódicos regiomontanos: "El Porvenir", nuestro querido diario al cual deseamos una larga y fructí­fera existencia para bien de Nuevo León y de México.