CIUDAD DE MEXICO - La escasez mundial de "chips" o semiconductores mantiene en vilo a la industria automotriz en México en particular y a la de la región de América del Norte en general, y está generando una reacción en cadena en todo el sector. Por lo pronto, la planta de la filial mexicana del coloso estadounidense General Motors (GM) en el central estado de San Luis Potosí, cerró este lunes sus operaciones por este problema y otras 15 empresas fabricantes de componentes en esa provincia que siguieron su ejemplo. 

GM también clausuró sus operaciones temporalmente en una planta en Estados Unidos y otra en Canadá por la misma causa. 

En tanto, en Toluca, a 70 kilómetros al oeste de la capital, también hubo una suspensión de actividades de 7 compañías proveedoras de "autopartes". Cada vez son más las empresas automotrices instaladas en México que sufren por esta escasez que se registra a nivel mundial. El presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA), Oscar Albin, calculó que para el fin de este año se fabricarían 264.000 vehículos menos que los previstos en América del Norte, que representan 1,6% del total, estimado en 16,2 millones. 

Aunque la cifra puede ser mínima, en rigor representa una dura pérdida para las compañías automotrices, pues de 150 modelos que se producen 47 resultarán afectados, o sea, un tercio. Albin estimó que se trata de un problema pero no de una crisis, por cuanto se está trabajando en resolverlo, para lo cual han unido fuerzas los principales países de las regiones Norteamérica, Europa y Asia. 

Para México, el problema radica sobre todo en que no hay fábricas de semiconductores y los que se utilizan son todos de importación, mientras que las principales empresas manufactureras están ubicadas en Asia, específicamente en Taiwán, China, Corea del Sur y Japón. Entre las compañías castigadas por esta escasez figura la alemana Audi, cuya planta se localiza en San José Chiapa, estado de Puebla, a unos 150 kilómetros al este de la Ciudad de México.

La falta de chips obligó a los trabajadores a operar solo un turno del 18 al 29 de enero, debido al desabasto de algunos componentes que requieren semiconductores. Por lo tanto, Audi reportó una caída de 42,5% en la producción de su modelo Q5 durante enero. Fausto Cuevas, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, dijo que la falta de semiconductores fue la causante de la disminución de 15% en la producción de vehículos durante enero. 

Desde que comenzó el desabasto de semiconductores a principios de diciembre, las armadoras han estado "trabajando de cerca" con sus proveedores para encontrar soluciones. Algunos proveedores estiman que los cuellos de botella "continuarán hasta bien entrado 2021". A finales de enero, los gigantes automotrices japoneses Mazda y Honda también advirtieron que tendrán que hacer paros en su producción, tanto en Japón como a nivel global, en las siguientes semanas debido a la misma causa. 

En consecuencia, las exportaciones de autos disminuyeron 6,4% en enero y las ventas locales bajaron 22,5%. El sector automotor no es el único que sufre por el llamado "Armagedón de los chips", pues desde el año pasado, los amantes de videojuegos tuvieron problemas para conseguir nuevas tarjetas gráficas. El gigante de la telefónica móvil Apple tuvo que escalonar el lanzamiento de su iPhone, mientras las últimas consolas Xbox y PlayStation no pudieron satisfacer la demanda. 

El problema es atribuido a la pandemia, debido a que el prolongado confinamiento aceleró la compra de computadores y dispositivos electrónicos para el "home office" y la industria automotriz sufrió una caída dramática en su demanda, por lo que los fabricantes de chips cambiaron sus líneas de producción. Ahora, reactivarlas está resultando una tarea titánica que puede llevar meses antes de normalizarla, dicen los expertos.