A raíz de la ejecución de los agentes ministeriales en San Pedro Garza García el lunes pasado ha vuelto a resurgir la discusión y los temores sobre una nueva ola de violencia.
Algunos, como es el caso del congreso del estado o de los organismos privados, piden más presencia militar o más gasto en policías y equipos de seguridad. Otros quieren llenar la ciudad de cámaras y otros dispositivos electrónicos de vigilancia. También, algunos líderes de partidos políticos o de bancadas de esos partidos en el congreso están proponiendo un "pacto"! en torno a la seguridad, es decir, que se llegue a una acuerdo y que independientemente de otras diferencias se respeten los acuerdos sobre "el tema".
En hora buena esta disposición a los acuerdos. Pero hay que señalar que la ola delictiva es nacional, por todos lados están proliferando los delitos del llamado fuero común y empieza a asomar una nueva ola de los delitos llamado de "alto impacto". Es resultado del agravamiento de las condiciones económicas pero de eso no quiere nadie hablar. El gobierno, el sector privado, el congreso y los partidos parecen tener un acuerdo en ese otro "tema". El de que la política económica no habrá de cambiar pase lo que pase.