Acaba de aparecer la más reciente novela de Bárbara Jacobs (1947),   “Días de tu vida” (Era/ 184 pp), dedicada a su hermana Patricia,  muerta hace siete años y comienza con una emotiva frase: “ mientras unos brazos te dejan, otros te están esperando” que quien está  a punto de morir , conserva intactos los recuerdos. En lo que pudiera ser la agonía, hace un recuento de su vida, empezando por los luminosos años de su juventud, incluyendo padres,  hermanos, sobrinos, hijos y amigos.  Apenas en marzo despidió a Vicente Rojo, su compañero de muchos años, hecho que le afectó a tal grado que anuncia que no volverá a escribir. “La partida de una persona nos afecta de una manera dramática”.

 Ganadora dos veces del Premio Xavier Villaurrutia (1987) con “Las hojas muertas”,  la historia de la vida de su padre, traducida al inglés, italiano y portugués y  asignado por la Secretaria de Educación Pública el tiraje de 30,000 ejemplares para las Bibliotecas de las secundarias públicas del País y en 2019 con “Rumbo al exilio final“. Ha  escrito más de 21  libros, entre los que destacan, aparte de los mencionados, “La dueña del Hotel Poe”, en la que regresa a su padre y al hotel que le perteneció en Polanco ,“Adiós humanidad” y “Vida con mi amigo”, algunas traducidas a varios idiomas.

 A partir de 1970, publica en revistas y suplementos literarios, en Revista de Bellas Artes, Babelia del diario El País, La Gaceta del Fondo de Cultura Económica , Revista de la UNAM y Periódico La Jornada.

 “Me estoy preparando para la muerte, estoy casi lista para acabar de despedirme” . Reconoce la también articulista que la muerte y el amor, marcan la vida de las personas. Ella fue esposa de Augusto Monterroso (1921-2003) , durante 32 años y del artista plástico Vicente Rojo (1932-2021), fallecido este último, el  pasado 17 de marzo.

 Consideramos que la autora, todavía no se encuentra en un proceso al final del camino, que la mente y el espíritu sólo da cabida a afectos y nostalgias, dejando atrás todo tipo de resentimientos. Lo deja ver en su última columna de “La Jornada” del domingo 21 de marzo, donde escribía un artículo quincenalmente , durante 26 años. “ La vida interrumpió mi vida aquí. Si la recupero, abordaré el segundo fragmento anunciado”.

 Esperamos todos sus íntimos lectores,  que al releer “Rayuela” de Julio Cortázar del que sabemos fue su amiga, volvamos por lo menos, a leer su extraordinaria columna quincenal, una voz única e irremplazable de la literatura  y no deje de escribir sus extraordinarios libros, la mayoría premiados y traducidos a varios idiomas.