29/Mar/2024
Editoriales

La Transmisión de Pensamientos

Los pensamientos no se originan en la materia física del cerebro. El cerebro es meramente una estación de radio que transmite pensamientos a la mente racional.

Pero entonces, ¿de dónde procede la transmisión?

La Kabbalah enseña que hay dos fuentes distintas: la fuerza de la Luz y la fuerza de la oscuridad. Son como dos estaciones independientes de radio que transmiten durante las veinticuatro horas del día.

El problema real radica en que la fuerza oscura del ego tiene el control sobre las ondas de radio de nuestra mente. Durante todo el día, los siete días de la semana y a todo volumen, los pensamientos negativos y egocéntricos dominan nuestra conciencia. Esta fuerza de la oscuridad es la fuente de todos nuestros miedos y nuestras dudas. Comparativamente, los pensamientos que nos llegan procedentes de la Luz son escasamente perceptibles. Sólo cuando logramos dejar de sintonizar la señal emitida por la fuerza de la oscuridad somos capaces de escuchar los tenues sonidos de nuestra alma.

Los pensamientos más recurrentes incluyen la incertidumbre, la preocupación constante, el pavor y el miedo excesivo, hasta el punto en que llega a dominarnos la ansiedad. Los pensamientos negativos también incluyen aquellas cosas terribles que pensamos sobre otras personas cuando nos ofenden, así
como los duros juicios que emitimos sobre los demás cuando los envidiamos.

El comportamiento obsesivo-compulsivo también empieza con ideas negativas incontrolables. Desconectar nuestros procesos mentales negativos libera la mente y frena automáticamente nuestro comportamiento obsesivo.

Un corazón frío es una abertura por la que puede penetrar un ataque de pensamientos dañinos e improductivos. Cuando nuestros corazones se vuelven abiertos y cálidos, sellamos estas aberturas de una vez por todas.
Esta semana, cuando te invadan los pensamientos obsesivos, recupera tu mente enfocándote en la secuencia de los 72 Nombres de Dios que aparece a la izquierda. Este Nombre es un bloqueador de señales divino que desconecta los pensamientos destructivos que emanan del ego. En el espacio que es entonces abierto un suave resplandor de Luz espiritual inundará tu corazón y tu mente.