26/Apr/2024
Editoriales

Octubre 29 de 1859: emite el presidente conservador Miguel de Miramón 15 millones de pesos de deuda nacional en Bonos Jecker, en condiciones demasiado desventajosas para México.

Octubre 29 de 1859: emite el presidente conservador Miguel de Miramón 15 millones de pesos de deuda nacional en Bonos Jecker, en condiciones demasiado desventajosas para México. Miguel Gregorio de la Luz Atenógenes Miramón y Tarelo, tiene el antecedente de ser uno de los cadetes defensores del Castillo de Chapultepec durante la invasión norteamericana de 1846 y haber sido preso por medio año, siendo liberado hasta que se firmó el Tratado Guadalupe – Hidalgo. Fue presidente interino de México a la edad de 27 años –el más joven que haya existido- representando a la facción conservadora en contraposición del presidente Benito Juárez quien llega a serlo por mandato constitucional pues era el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Lo que termina de decidir a Miramón de la emisión de esos bonos de Jecker, es que uno de los suyos -el general Márquez- se quedó en Guadalajara con 600 mil pesos, parte de la remesa de fondos a los puertos del Pací­fico, que usó para pagar sueldos y vestir a su tropa. Este Jecker –cuyo nombre tomaron esa emisión de bonos fiduciarios- era un especulador suizo que se hizo pasar por ciudadano francés, y le entregó a Miramón 650 mil pesos en metálico a cambio de bonos del tesoro mexicano con un valor de ¡15 millones! de pesos mexicanos. Esto generó toda clase de crí­ticas, entre ellas estaba, obviamente, la de corrupción pues nadie aceptaba réditos tan altos que se consideraban usura.

Lo que sí­ es comprobable, es que Francia utilizó este contrato como argumento para reclamar a México parte de la deuda externa por la ví­a de las armas en 1862, aliada con Inglaterra y España para intervenir la hacienda mexicana. Las condiciones tan alevosas del contrato mencionado fue uno de los elementos por los que Inglaterra y España dejaron sola a Francia en la invasión a México, pues esas naciones no aceptaron participar en tales condiciones del abusivo contrato. Según escribe Francisco de Paula de Arrangoiz en su libro "México desde 1808 hasta 1867", el propio ministro de Inglaterra, Charles Wyke, desaprobó el leonino contrato diciendo que era seguro que no serí­a aceptado por el actual gobierno ni por ningún otro que llegara a dirigir los destinos de México. La historia final es conocida: Francia invadió a México para imponer a un monarca en la figura de Maximiliano I, y finalmente fue derrotada por el ejército liberal de Juárez, y el conservador general Miguel Miramón fue fusilado junto con Maximiliano y con el general conservador Tomás Mejí­a.