Septiembre 3 de 1982: se manifiestan más de 500 mil personas en el Zócalo de Ciudad de México en apoyo a la nacionalización de la Banca. El día 1 de septiembre anterior, el presidente José López Portillo había anunciado en su 5º informe de gobierno que la Banca se nacionalizaba en ese momento por la vía de un decreto presidencial y además, que se establecía un control cambiario en virtud de que las divisas nacionales estaban siendo expatriadas libremente. “No nos volverán a saquear”, dijo JOLOPO con lágrimas en los ojos. La manifestación de ese día se conformaba con contingentes de trabajadores de la CTM, del PSUM, del PPS, del PST, del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear, y 23 sindicatos independientes. Antes de esta drástica medida, el gobierno había decretado que la totalidad de los depósitos legalmente constituidos con denominación en moneda extranjera en los bancos nacionales serían liquidados en pesos y al tipo de cambio preferencial, no tal como se comerciaba en las casas de cambio. El 20 de agosto anterior ciento treinta bancos internacionales habían concedido a México una moratoria de tres meses para el pago de la deuda externa, así como la compra de insumos necesarios para la buena marcha de la producción nacional. Luego se penalizó la salida no oficial del oro, se amnistió a quienes regresaran sus capitales del extranjero, y comenzaron los paros con la huelga de los trabajadores de Mexicana de Aviación. En verdad que fue una pesadilla para todos y quedamos curados de espanto para que no se sigan entronizando los presidentes populistas, pues López Portillo lo fue en serio. Acabamos de escuchar un informe del presidente en turno, esperemos que la economía se recomponga y que se suspendan las dádivas populistas y se estimule más a quien trabaja para que se retome la productividad en todas las ramas de la economía.