Ahora que vivimos una época electoral, escuchamos spots y discursos a granel. El poder de la palabra es incuestionable, pues en todas las culturas y en todos los tiempos, las grandes modificaciones sociales han sido realizadas luego de un buen discurso, así que debemos analizar lo que se nos diga.

Los más famosos discursos de la historia, son éstos, según varios analistas reconocidos.

1.- El discurso de Moisés al llegar a la tierra Prometida en Israel. A él mismo no se le concedió pisar esa tierra pues hubo de morir antes. ¿Fue castigo por haber preferido siempre a la tribu Levi y ser rudo con el resto del pueblo? Consuela ver que hombres tan ilustres como Moisés no gozan de absoluta libertad de palabra.

2.- La apología de Sócrates. La base de su discurso fue que no le temía a la muerte. Fue condenado con 280 votos a favor y 221 en contra.  

3.- El discurso de Alejandro Magno, culpable de genocidio, sin embargo, su discurso pronunciado luego de conquistar el imperio persa en el año 335, impulsó a sus soldados a seguir avanzando en dirección a la India. Es legendario: les dio el derecho de dar media vuelta , pero les dijo que quienes siguieran les esperaba tanta fama y fortuna que apenas soportarían la envidia. Y todos siguieron.

4.- El primer discurso de Cicerón contra Catilina. Este último era un senador que quiso dar un golpe de estado en el año 63 aC. contra la república romana y convenció a dos senadores a asesinar al poderoso Cicerón. El plan fracasó y Cicerón dijo un discurso que le dio además del poder, fama de gran orador. Hizo preguntas como: “Quo usque tándem abutere, Catilina, patientia nostra? ¿Hasta cuando, Catilina, abusarás de nuestra paciencia?.

5.- El sermón de la montaña: El mensaje de Jesucristo, las llamadas bienaventuranzas, es la completa inversión de las normas profanas de dignidad, importancia y rango: “Bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el reino de los cielos/ bienaventurados los que lloran porque Dios los consolará/ bienaventurados los mansos porque ellos poseerán la tierra/ bienaventurados los que tienen sed y hambre de justicia porque ellos serán saciados/ bienaventurados los misericordiosos porque ellos obtendrán misericordia…” con este discurso, todo quedó al revés de como venía siendo.

6.- La defensa de Dantón: Tras la ejecución de Luis XVI, el 21 de enero de 1793, se produjeron rebeliones en Vandée y otras regiones. Los revolucionarios reprimieron a los sublevados y el número de víctimas es indeterminado. Se habla de entre 100 y 250 mil. Nada más Dantón y Robespierre en diciembre de 1793 condenaron a más de 3 mil personas. Pero Dantón fue acusado de traidor, así que desde el banquillo de acusado, pronunció un discurso que fue un ajuste de cuentas con el pensamiento central de la revolución francesa. La idea de que uno puede perfeccionar el mundo como le plazca: “Cuando fuimos creados se cometió un error, algo faltó, no sé ningún nombre para ese algo…”  creer en una tara humana primigenia era, efectivamente, traición a la ideología de la revolución francesa.

7.- Discurso de capitulación del jefe Seattles: el jefe de los indios Duwamush en el noroeste de Estados Unidos estaba harto de la lucha. Antes de firmar el tratado con el gobernador de Washington, pronunció un discurso legendario que se convirtió en el manifiesto de la desilusión ante el progreso del hombre blanco. Fue publicado hasta siete años después por un traductor blanco.

“Hubo un tiempo en el que nuestra gente poblaba todo el territorio, como las olas encrespadas por el viento, pero ese tiempo ya pasó… no voy a llorar por nuestro declive… ¿Por qué iba a llorar por el destino de mi pueblo? Apenas aparecen una lágrima, un espíritu, una canción, y ya estamos mirando hacia atrás con nostalgia. A una tribu la forman individuos y en su totalidad no es más que lo que es cada uno. Los hombres vienen y van como las olas del mar”.

8.- El discurso de Churchill de “Sangre sudor y lágrimas”, durante su comparecencia en la Cámara de los Comunes como nuevo primer ministro, en mayo 13 de 1940. El retirado ministro Chamberlain pretendía hacer las paces con Hitler y había sido aclamado, y su sucesor no inspiraba confianza a los diputados. Holanda, Bélgica y Luxemburgo habían sido arrolladas por la “guerra relámpago” y la derrota de Francia era un hecho. Churchill habló con honestidad: “No tengo nada qué ofrecer sólo sangre, sudor y lágrimas y sudor. Ustedes me preguntan ¿cuál es nuestra política? Se los diré: hacer la guerra por mar, por tierra y por aire, con toda nuestra potencia y con toda la fuerza que Dios nos pueda dar; hacer la guerra contra una tiranía monstruosa, nunca superada en el oscuro y lamentable catálogo de crímenes humanos. Esta es nuestra política”. Inglaterra peleó y al final ganó la guerra.

9.- El discurso de Gandhi en agosto de 1942 ante el All Indian Congress Commite en Bombay (hoy Mumbai). Se trata del inicio de una resistencia pacífica iniciado contra los británicos. “He leído mucho acerca de la revolución francesa. Mientras estuve en la cárcel leí a Carlyle. Admiro al pueblo francés. Creo firmemente que, cuando estas revoluciones se llevan a cabo con el poder de las armas, traicionan su ideal democrático. La democracia la concibo yo alcanzada a través de la no-violencia, así conlleva libertad para todos. Las huelgas paralizaron el país y cinco años después La India consiguió su independencia.

10.- el discurso de Ronald Reagan ante la puerta de Brademburgo: Mis hijos, berlineses de pura cepa, no se pueden imaginar que un día su ciudad (y media Europa) estuvo dividida en dos mitades separadas por un muro, alambre de espino y torres de vigilancia. Cuando, en 1787, Reagan pronunció su discurso ante las instalaciones divisorias en peno Berlín dijo: Señor Gorbachov, ¡”derribe este muro”! se burlaron de él. Las élites de ambas partes se habían conformado con la división del mundo –y el cautiverio de millones-, y con sus palabras Reagan rompió este complot. Dos años más tarde, el muro pasó a la historia.   

Es tiempo de identificar el discurso que cambiará la ruta de México.