28/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

 

Marzo 5 de 1825: se publica la primera Constitución política del Estado de Nuevo León. Como en ese tiempo no estaba consolidado el constitucionalismo en el mundo, nuestra Carta estatal hubo de tomar elementos de variopinto. De la Carta de Cádiz nos quedó la división de poderes, con un Poder Ejecutivo fuerte; y de la Constitución francesa se tomaron los Deberes del hombre. De la tradición romana se tomó el principio de juzgar por medio de un personaje preparado académicamente, ya sea juez o magistrado, no por un influenciable jurado, como existe en el derecho sajón. De Francia se tomaron los Deberes del Hombre, y de otras Constituciones se hicieron adecuaciones para que Nuevo León contara con una de las Cartas más modernas de su época. Esta Constitución que hoy recordamos, funcionó sólo nueve años, pues llegó la República Central y los graves problemas nacionales que provocó, comenzando por los levantamientos en varias zonas del país, que produjo una enorme cantidad de presidentes de la República, y estimuló a su vez una cascada de gobernadores por el efecto espejo que continúa en buena medida funcionando. Hoy nos rige la Constitución de 1917, que es una sorprendente Carta tomada como ejemplo en otras naciones, que permite la convivencia de los principios capitalistas, como la propiedad privada, con las reivindicaciones sociales de condiciones laborales, seguridad social, y educación básica gratuita para todos. Respetar y hacer respetar a nuestra Constitución es obligatorio para las autoridades, y nosotros los ciudadanos debemos hacer lo necesario para exigirlo. ‘No llores como mujer lo que no supiste defender como hombre’ dicen que dijo la sultana Aixa a su hijo Boabdil, ante la pérdida de Granada y su preciosa Alhambra. Debemos defender como hombres y mujeres de bien, a nuestra Constitución respetándola y exigiendo su respeto a todos, especialmente al gobierno.