Espectáculos

El jazz es hoy una música marginada Antonio Sánchez

[El baterista y compositor mexicano Antonio Sánchez presenta, mañana en el Teatro al Aire Libre Ángela Peralta en Polanco en la Ciudad de México, su más reciente álbum Lines in the Sand, que buscar crear conciencia sobre la violencia que padecen los migrantes.]

 

 

 

México— Para el baterista de jazz Antonio Sánchez (Ciudad de México, 1971) —quien junto a su banda Migration presentará mañana su nueva producción discográfica Lines in the Sand en el Teatro Ángela Peralta—, la música es “el alimento del alma” sin el cual ya no puede vivir:

—Puede sonar trillado, pero es muy cierto. Yo, sin escuchar o tocar música, siento que me falta algo vital. Me volvería loco si no pudiera tocar o hacer música. Es el arte más universal, porque, en comparación con otras artes te permite convivir con personas de todas partes del mundo sin tener que cruzar una palabra. Yo puedo llegar a Hungría o a China. Hay músicos en el escenario que me invitan a unirme a ellos. Puedo convivir aun sin conocerlos.

Sembrar el camino

El músico, que ha trabajado con Pat Metheny, dice que la música es algo integral del ser humano:

—Por lo tanto, las escuelas deben hacer mejor su labor en la educación musical, porque sencillamente escuchar música te activa partes del cerebro y del espíritu que de otra manera permanecerían pasivas.

La música es, muchas veces, la banda sonora de la vida:

—Cuando estás creciendo, escuchas cierto tipo de música. Cuando maduras, escuchas otro. Si de repente yo escucho cosas que escuchaba cuando era niño o joven, me traen recuerdos de aquellas épocas que uno guarda archivados al tenerlos muy adentro suyo, que resurgen ya con una canción o con el verso de una canción…

Dice Antonio Sánchez que en México “hay talento para aventar hacia arriba”, sin embargo le parece que a veces “las instituciones del gobierno, sobre todo, no apoyan a los creadores lo suficiente”:

—Yo, en ocasiones, estoy de gira en otros países y tengo la oportunidad de tocar en lugares increíbles subvencionados por el gobierno, como clubes de jazz. Ojalá el Estado mexicano tuviera más participación en la cultura, y en el jazz, sobre todo, que hoy en día es música de nuevo marginada…

El reconocido baterista mexicano inició sus estudios musicales a los 17 años de edad en la Escuela Superior de Música del INBAL, donde acabó la licenciatura en piano clásico y composición, además de haber efectuado cursos en armonía, contrapunto, arreglo, conjuntos corales y composición. En 1993 recibió una beca para realizar una licenciatura en ejecución de jazz en Berklee College of Music de Boston, donde estudió arreglo, improvisación, composicion, entrenamiento auditivo, solfeo y armonía:

—Esta es una carrera larga y difícil. Muchas veces la gente está obsesionada con la fama y el dinero; pero ante todo lo primero es ponerle amor a la música y trabajar hacia adelante. Ya todo vendrá con el tiempo de acuerdo a lo que vayas sembrando. Porque lo más importante es hacer las cosas bien… 

Con los migrantes

Al hablar sobre su nueva producción Lines in the Sand, Antonio Sánchez dice que fue pensada como una protesta contra la injusticia migratoria, pero también como un homenaje al viaje que hacen las personas para buscar mejores oportunidades en la vida:

—Yo soy un migrante. Me fui, cuando tenía 21 años, a estudiar música a Estados Unidos. Me fui legalmente. Mi familia me apoyó en todo y tuve mucha suerte. No tengo de qué quejarme, porque Estados Unidos me recibió de buena manera.

Porque Antonio Sánchez vive desde hace varios años en Estados Unidos. Incluso es el creador del soundtrack de la película Birdman (2014) de Alejandro González Iñárritu, ganadora del Oscar a la mejor cinta y proyecto que hizo a Sánchez merecedor de un premio Grammy.

Pero su nuevo disco no tiene nada que ver con su condición.

—De ninguna manera es autobiográfico—dice Antonio Sánchez—  sino, más bien, trata sobre otro tipo de migrantes que últimamente están siendo politizados en el nombre del populismo y nacionalismo que están erosionando una parte básica del ser humano, la cual consiste en sentir empatía por otros seres humanos.

Parte del proyecto discográfico “es tratar de poner atención a esta gente que está huyendo de sus casas con todas sus familias para encontrar una vida mejor”:

—Pero está siendo demonizada y atrapada. Más que una cuestión política, me parece una cuestión humanitaria. La manera en que empieza el disco es violenta a fin de tratar de llamar la atención para lograr que sea algo gráfico y literal. Porque muchas veces el tema migratorio es algo subjetivo e intangible, de ahí la indiferencia en algunas partes del mundo. Confío en que al escuchar el disco se perciba la gravedad del asunto.

Libertad absoluta

Considerado uno de los mejores bateristas en el mundo del jazz, Antonio Sánchez apunta que su nuevo álbum “está bajo la sombrilla” del género sincopado “mezclado con otras tantas cosas como el rock, la música electrónica y todas las influencias que he tenido en mi vida”:

—De una manera subconsciente están plasmados todos esos géneros que me han tocado como músico. Lo que más me gusta y disfruto ahora es que tengo mi libertad de hacer mis propios proyectos sin tener una pauta predeterminada. Lo que estoy buscando es libertad absoluta en la manera de componer e interpretar.

Sobre su visita a México y la presentación que tendrá mañana en el Teatro Ángela Peralta, señala:

—Para mí, tocar en mi país ha sido una de las cosas más satisfactorias como artista mexicano. El público siempre me ha tratado muy bien. Creo que se da cuenta de que uno hace una labor completamente por amor. Nadie se mete al jazz por el dinero ni por la fama. Creo que la gente aprecia cuando el arte es honesto. Lo único que el artista espera es que la gente venga con mente abierta…

La crisis que se está viviendo en el mundo requiere que todos “tengan empatía por otros seres humanos”, enfatiza el baterista:

—Nosotros los mexicanos no queremos ser afectados en otros lugares. Por lo tanto, tampoco debemos afectar a la gente que viene de otros lugares a México.