Agosto 20 de 1849: nace en Guadalajara, Bernardo Reyes, quien sería militar y gobernador de Nuevo León. Hijo del nicaragüense Doroteo Reyes y de la jalisciense Juana Ogazón, el joven Bernardo tomó el camino de las armas a los 14 años pues la invasión francesa le llamó a pelear por México. Diestro en las armas y de valor probado, llegó a ser general de división por sus propios méritos, pues a partir de 1867 participaba en cualquier batalla que le convocaran. Casó con Aurelia Ochoa, originaria de Zapotlán, y procreaon 12 hijos, entre ellos a Alfonso Reyes Ochoa, El Regiomontano Universal, enorme literato nacido en nuestra tierra.  En 1885 llegó como Jefe de operaciones militares a Nuevo León, y el presidente Porfirio Díaz lo nombró gobernador provisional a la caída del gobernante Genaro Garza García, del 12 de diciembre de 1885 al 3 de octubre de 1887. Al mismo tiempo era el Comandante de la 3ª. Zona militar que abarcaba Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas. En 1889 fue electo Gobernador del Estado y permaneció en ese sitial hasta 1909, realizando un estupendo desempeño al promover la industrialización de Nuevo León, tomando medidas para exentar de impuestos a todo industrial que abriera fuentes de trabajo. En 1900 Porfirio Díaz lo nombró ministro de guerra, y regresó a gobernar el estado en 1902, ya con fama nacional. 

En ese momento comenzó a promoverse políticamente como probable sucesor de Díaz, creándose incluso un Partido Reyista, con fuerte presencia en los estados norteños. Pero esto le complicó su relación con Díaz, así que debió salir del estado y del país en una ‘comisión militar’ a Europa. 

Explotó la revolución y a la caída de Díaz, Reyes regresó a México, buscando al presidente Madero, pero su figura era polémica y en un arrebato maderista lo arrestaron. Desde la prisión, organizó un golpe de estado que inició con su liberación y la de Félix Díaz (sobrino de Porfirio), quienes se encaminaron a Palacio Nacional resguardados por tropas de Cecilio Ocón, Gregorio Ruiz, dos escuadrones del 1er regimiento de caballería, y un escuadrón de las Escuela de Aspirantes de Tlalpan. Como en la defensa del Palacio Nacional estaba el general Lauro Villar, antiguo subalterno suyo, Reyes pensó que sería sencillo entrar, así que le llamó para negociar la entrega del inmueble, cosa que no consiguió, y comenzó una balacera, con tan mala fortuna que Bernardo Reyes cayó muerto a manos de los defensores del Palacio Nacional. Esto inició la llamada Decena Trágica que culminó con la muerte de Madero y de Pino Suárez, iniciándose la presidencia usurpadora del jalisciense Victoriano Huerta. Durante la gubernatura de Bernardo Reyes, se construyeron en nuestro estado las más importantes obras públicas de su época, como el Palacio de Gobierno -inaugurado en 1908-, una joya arquitectónica que le da señorío a la Ciudad. Bernardo Reyes fue uno de los Grandes Gobernadores de Nuevo León.