Enero 11 de 1861: entra triunfante el presidente Benito Juárez a la Ciudad de México. Con ello se restableció el estado de derecho y los poderes constitucionales, por haberse terminado la desgastante Guerra de Reforma, la cual dejó al país en la ruina económica, y además listo para perder frente a casi cualquier nación que se animara a invadirlo. En breve resumen, luego de que se promulgó la Constitución de 1857, se celebraron elecciones presidenciales y ganó Ignacio Comonfort. Pero a finales de ese mismo año, el conservador Ignacio Zuloaga se alzó en contra de Comonfort, y éste renunció, por lo que Benito Juárez, quien estaba en la presidencia de la Suprema Corte de Justicia, por mandato de la ley tomó la Presidencia de la República.

Sin embargo, Zuloaga también se proclamó presidente, por lo que, de 1858 hasta enero de 1861, hubo dos presidentes en México: el liberal Benito Juárez, y el presidente conservador, cargo que cambió varias veces de titular durante ese lapso. La Guerra de Reforma civil se dio porque los estados del centro apoyaban a los conservadores, mientras que los del norte y el sur, así como el vecino país norteamericano, apoyaban a Benito Juárez. Este héroe nacional se estableció en Veracruz, donde en 1858 terminó de dictar las Leyes de Reforma, enderezadas en contra de la Iglesia, pretendiendo, entre otros objetivos, disminuir a los conservadores. El presidente conservador Miguel Miramón intentó en un par de ocasiones tomar Veracruz, pero los ejércitos liberales dirigidos por el general González Ortega no sólo lo vencieron, sino que retomaron la ofensiva y luego de las batallas de Silao y Calpulalpan, el 25 de diciembre de 1860 entró a la Capital mexicana. Rápidamente, el 1º de enero de 1861, entró todo el ejército liberal a la Ciudad de México, hasta que el día 11 de ese mes se terminó la batalla, que es la fecha que hoy recordamos, de cuando Juárez entra triunfante a la Capital Mexicana.