Enero 5 de 1982: el presidente López Portillo hace un llamado a racionalizar el consumo de gasolina, o de lo contrario se tendría que limitar. José Guillermo Abel López Portillo y Pacheco, fue candidato único y gobernó a México de diciembre 1 de 1976 a 30 de noviembre de 1982. Hubo de luchar con su antecesor Luis Echeverría, quien seguía metiéndose en temas de gobierno, por lo que López Portillo se acercó a los empresarios -que estaban distanciados del expresidente- y encarceló a varios ex colaboradores de Echeverría, como el regiomontano Fausto Cantú Peña (Inmecafé), Félix Barra García (SRA) Eugenio Méndez Docurro (SCT), y Alfredo Ríos Camarena (Bahía Banderas). Además  nombró a Echeverría embajador ante la UNESCO y luego en Australia, para dejar claro quien gobernaba.

JLP vivió el éxito petrolero (“administremos la abundancia”) pero su gobierno entró en una vorágine de despilfarro, y en 1981 propuso ante el pleno de la ONU un Plan Mundial de Energéticos, ya que los precios estaban (y están) regidos por instrumentos ajenos a los productores. Ya en pleno debacle de su sexenio pidió que se consumiera menos gasolina, pues estaba subsidiada al no refinarse en México, llamado que nada solucionó y el 17 de febrero de 1982 hubo una devaluación del peso frente al dólar de 22 a 70. Sin embargo, es de justicia recordar que José López Portillo apoyó mucho a Nuevo León, pues además de ayudar a algunas grandes empresas regiomontanas, ordenó que se pagara íntegramente el Plan Hidráulico para construir la presa Cerro Prieto y el Acueducto Monterrey – Linares, por gestiones del gobernador Martínez Domínguez.