19/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Febrero 3 de 1814: muere fusilado Mariano Matamoros en la plaza principal de Valladolid. Mariano Matamoros y Guridi, nació en Ciudad de México en 1770, hijo de José Matamoros y Mariana Guridi, vivió su infancia en Ixtacuixtla, Tlaxcala. Estudió y se recibió de bachiller en artes y teología en el Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, luego se inscribió en la carrera religiosa hasta llegar a ser sacerdote, cantando su primera misa en la parroquia de Santa Ana en 1796.

Blanco, de baja estatura y rasgos europeos, de ojos azules, fumaba puro, se distinguía por su gran elocuencia, y fue nombrado cura en varias parroquias. Siendo párroco en la de Jantetelco, hoy estado de Morelos, fue preso por el Gobierno realista por expresar sus ideas que simpatizaban con la causa independentista, pero consiguió escapar y el 16 de diciembre de 1811 se presentó ante José María Morelos, quien estaba en Izúcar –que posteriormente se llamó Izúcar de Matamoros- en el estado de Puebla. De inmediato se ganó un lugar especial en la lucha, al lado de Bravo y Galeana, pues su inteligencia militar daba luz a la hora de que Morelos definía las estrategias militares. Matamoros rápidamente fue coronel y en febrero de 1812 conquistó Cuautla, y tuvo un extraordinario desempeño en la toma de Oaxaca, por lo que Morelos lo asciende a General.

Sus más sonados triunfos los obtuvo en las batallas de Tonalá y en San Agustín del Palmar. En diciembre 23 de 1813 atacó Valladolid, pero al no conseguir la victoria, fue perseguido por Agustín de Iturbide y Ciriaco de Llano, hasta que fue preso en Puruarán, Michoacán. Morelos envió un mensaje a Iturbide proponiéndole negociar la vida de Matamoros a cambio de 200 prisioneros realistas. Sin embargo, fue ignorada dicha oferta y el 3 de febrero de 1814 Mariano Matamoros fue fusilado en Valladolid –hoy Morelia- en los portales de la plaza principal. Para ello, le realizaron un juicio raro, porque querían que se arrepintiera, algo que nunca consiguieron.

A su muerte, comenzaron las derrotas de José María Morelos, quien no se pudo sobreponer a la pérdida de su brazo armado en la guerra de Independencia. Mariano Matamoros fue declarado Benemérito de la patria por el Congreso de 1823, instalando su nombre con letras de oro en la sala de sesiones. Sus restos fueron trasladados a la ciudad de México en 1823 y enterrados en el altar de Los Remedios de la Catedral mexicana. Existen varias ciudades mexicanas con el nombre de Matamoros, en su honor.