01/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Marzo 11 de 1996: entrega a la autoridad el periodista Ricardo Rocha el casete de la matanza de Aguas Blancas, transmitido por televisión días antes. El 28 de junio del año anterior, policías estatales de Guerrero habían disparado contra campesinos militantes de la OCSS -Organización Campesina de la Sierra del Sur-, que iban a Atoyac de Álvarez a manifestarse en contra del gobierno de Rubén Figueroa Alcocer, por la desaparición de Gilberto Romero Vásquez, muriendo en la balacera diez y siete campesinos. Al día siguiente de la entrega del casete, el gobernador Figueroa solicitó licencia al Congreso del Estado y no regresó más a su puesto. Posteriormente, el 23 de abril, la SCJN determinó que el ex gobernador Rubén Figueroa y nueve funcionarios de su administración tuvieron responsabilidad en la matanza de Aguas Blancas, pero lo liberó de la autoría intelectual. Esta determinación de la autoridad judicial, es tomada de pretexto para el surgimiento del EPR, Ejército Popular Revolucionario, que prendió las alertas en el país. El año de 1996 fue difícil para la nación porque Ernesto Zedillo estaba dispuesto a empatar los agravios sufridos a su gobierno e imagen personal por –supuestamente- su antecesor Carlos Salinas de Gortari. Ello trajo como consecuencia que se tensionaran las negociaciones entre los diversos grupos de empresarios y el gobierno federal, que no había podido superar el famoso “error de diciembre” de 1994 que provocó tremenda crisis económica conocida en el mundo como “Efecto Tequila” que tambaleó a la economía mundial. Los mexicanos anti – México, que abundan, decían que no era posible que nuestra mísera economía trajera por la calle de la amargura a todo el mundo. No aceptan la grandeza de nuestra nación, ni para lo malo; no reconocen que somos la décimo sexta economía en un mundo de 189 naciones. En fin, el temadel casete de Rocha inaugura la época de las pruebas electrónicas y cibernéticas, que poco tiempo después se convertirían en algo común con la presencia de los aparatos telefónicos celulares y las redes sociales. Guerrero sigue siendo un estado muy difícil de gobernar.