Como bien dice David Biello en su libro "The Unnatural World": "Los humanos debemos aceptar la responsabilidad que nos resulta del enorme poder que ya tenemos para alterar la naturaleza: Ya somos sus guardianes y lo que nos estamos jugando es algo tan enorme como nuestra propia supervivencia". Pero...los humanos nos manejamos en las grandes acciones colectivas por medio de la política, y eso presenta muchas dificultades para que resolvamos bien la necesaria conservación y cuidado de nuestra biósfera planetaria, uno de cuyos problemas más importantes y urgentes es el del calentamiento atmosférico a escala global.
¿Qué es la política? En el mundo presente son las maneras relacionales de manejar los asuntos públicos de cada uno de los 190 estados-nación en los que estamos divididos. A esto le podemos añadir también la manera de manejar los asuntos internacionales, entre los cuales se ubica el calentamiento global. ¿Cómo se manejan internamente estos 190 países?: 39 de ellos, a los que calificamos como del Primer Mundo, porque tienen altos niveles de vida, se rigen por el sistema de plena democracia; 25 otros países, del Segundo Mundo, con mediano nivel de vida y sociedades igualitarias, tienen gobiernos autoritarios; Y los últimos 126, con medianos y bajos niveles de vida, y que incluyen a un 60% de la población mundial, tienen sociedades estratificadas y gobiernos que parodian a las democracias o a los autoritarios.
En estas circunstancias ¿Cómo se ha venido manejando el problema del calentamiento global? Hasta hace poco tiempo, casi todos los políticos del Primer Mundo, por ser personas instruidas y responsables, estaban convencidos de que es necesario enfrentar este problema, pero como dicho combate requiere, en general, hacer sacrificios económicos, como políticos han encontrado que es muy difícil que el electorado los apoye. Los políticos del Segundo Mundo tienen menos problemas para imponer sus cursos de acción, pero ellos mismos no estaban convencidos de cómo debían de actuar, hasta que su pueblo sufrió en carne propia, como el de China, los efectos del calentamiento y una severa contaminación ambiental urbana; Los políticos del Tercer Mundo, donde prevalecen los oportunistas concentrados en sus intereses particulares, sólo se sienten espoleados a actuar cuando sus países son azotados por graves sequías o inundaciones.
Resulta que la situación del Primer Mundo recientemente se ha complicado, por una tendencia popular aislacionista y nacionalista, que es especialmente aguda en el país más poderoso del mundo, los Estados Unidos, cuyo Presidente electo, Donald Trump habla de repudiar el reciente Acuerdo de París sobre cursos de acción para prevenir emisiones de gases de combustión. Afortunadamente los esfuerzos del actual Presidente Barack Obama ya han abaratado mucho la energía solar y eólica y hasta la combustión más limpia del gas natural, con respecto al carbón y China ya está superando a EUA en esas generaciones con energía renovable y en la tecnología para ponerla a disposición del resto del mundo. La India también está haciendo grandes avances en la electrificación rural con sistemas aislados de este tipo.
El propio Presidente electo Trump ya está adoptando posiciones menos radicales, pero aún en el caso de que reniegue de lo acordado y detenga el avance de su país hacia la energía limpia, en lo que seguramente llevará su propio castigo, es necesario que todo el resto del mundo siga un buen curso de acción, aunque esta sería más difícil y tomaría más tiempo. Y en México ¿Qué debemos hacer? Exigir a nuestro gobierno que siga a marchas forzadas el camino de la generación solar y eólica, poniéndonos de acuerdo con Europa Occidental, Canadá y China, ya que todos ellos han afirmado que seguirán el rumbo de las energías renovables.
Atte.- JVG.- 21-12-16