24/Apr/2024
Editoriales

Charles Maurice de Talleyrand-Périgord

Charles Maurice de Talleyrand-Périgord (1762-1835), destacado político y delegado francés, tenía por esposa a la bella e ingeniosa Catherine Noele Grand de Talleyrand-Périgord, princesa de Benavento, quien estuvo una vez cerquita de causar un grave incidente diplomático. Resulta que su marido ofreció una cena a sir George Robinson, embajador de Gran Bretaña en Francia, países que en repetidas ocasiones han luchado en bandos contrarios, como por ejemplo, hoy se enfrentan por la moneda europea Euro que Inglaterra no ha aceptado como propia, lo que debilita a esta moneda respecto a otras fuertes, como el dólar. Bien, regresando a la historia, le diré que esta bella mujer, recibió en la puerta de su residencia al embajador inglés y le dijo tratando de quedar bien: _ Bienvenido a su casa señor Robinson. Por cierto ¿sigue usted teniendo a su servicio al salvaje Viernes, aquel que encontró en una remota isla?

Confundió la princesa de Benavento al embajador con Robinson Crusoe, el imaginario náufrago inglés de la novela de Daniel Defoe, que pasó 27 años en una isla tropical. El embajador se ofendió y se retiró de la cena por lo que hubo de salir corriendo Maurice de Talleyrand a alcanzarlo, y afortunadamente pudo calmarlo explicándole que su esposa no tenía buen inglés, así que no había leído bien la novela…