Una dama de la Corte prusiana se quejó ante Federico el Grande, diciendo:

 _Majestad, mi esposo me trata mal y dice cosas horribles de mí. 

El monarca se encogió de hombros y respondió:

_Señora, eso no es cosa mía. 

La dama, no satisfecha con la respuesta le dijo:

_ Pero, Señor, es que también habla mal de vos… 

Federico El Grande, más amigo de las frases que de hacer justicia, le contestó: 

_ Señora eso no es cosa vuestra.

Ahora, cuando el señor presidente Andrés Manuel López Obrador acusa y condena a los sospechosos de haber participado en una dependencia en la que laboraron durante el sexenio anterior, y hubo una estafa a la que le llaman ‘maestra’, la titular de esa dependencia fue encarcelada por más de tres años.

Pero como las maestras y maestros enseñan, ya comienza a saberse de estafas gigantescas en este gobierno, como la de Segalmex en donde desviaron una cantidad multimillonaria, mayor -según denuncian- que la estafa maestra.  

Los fraudes cometidos en otros sexenios se persiguen y se encuentra a los culpables, sean reales o imaginarios, pero cuando le preguntaban -a quien habla horas y horas al día-, si sabía cuándo iban a liberar a la ex funcionaria detenida por falta de pruebas, callaba diciendo que ese no era un asunto suyo, sino del juez.

Y continuando con la filosofía de Federico El Grande, cuando le piden datos del costo de las obras del tren maya, o del fraude de Segalmex, declara el asunto como de seguridad nacional para que el público no tenga acceso a los contratos, lo que equivale a decir: 

_Eso no es cosa vuestra…