03/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Noviembre 15 de 1976: Anuncia el gobierno de Luis Echeverría el aumento a los precios de la gasolina, el diésel, el gas y el servicio eléctrico. El problema económico venía creciendo y se manifestó el 31 de agosto anterior, cuando se anunció la devaluación del peso mexicano frente al dólar, luego de mantener una paridad fija de 12. 50 pesos durante 22 años, para quedar en 19.10 pesos por dólar. Las reacciones llegaron una semana después; la CTM exigió aumento salarial, y su dirigente Fidel Velásquez, dijo que de no obtenerse, emplazaría a una huelga general en el país. Con la emergencia encima, Echeverría solicitó un préstamo urgente al Fondo Monetario Internacional FMI, de ochocientos millones de dólares. Y la nación se volvió un volcán a punto de explotar, con movilizaciones no sólo en la banca y el comercio, sino con mitines de protesta en todo el país. 

El Congreso del Trabajo apoyó a la CTM, demandando el incremento a los salarios o un gran paro general, aclarando que tal medida se suspendería si los comerciantes bajaran sus precios, pues el comercio re etiquetó casi todas las mercancías. En este contexto llegó el incremento en los combustibles, y el gobierno de Echeverría no reculó ante las presiones, sino por el contrario, se creció emitiendo el 19 de noviembre un decreto expropiando 75 mil hectáreas de tierras fértiles en el Valle del Yaqui, en Sonora, respaldando a los trabajadores agrícolas que solicitaban tierras, enfrentados con la burguesía agraria y empresarial de esa entidad. 

El ambiente político y económico no podía ser más grave, pero el primero de diciembre, José López Portillo tomó posesión como presidente de la República, iniciándose un proceso de recomposición de las relaciones con los sectores ofendidos, comenzando por las del gobierno – iniciativa privada. Pero los pequeños empresarios, y las clases medias sufrimos esta embestida económica. La economía se repuso al golpe poco a poco durante los primeros tres años de López Portillo y a Nuevo León llegó de gobernador Martínez Domínguez, quien supo conducir los destinos del estado mediando entre empresarios y trabajadores, así como entre los mismos empresarios, pues surgieron diferendos importantes en los dos grupos más grandes de la iniciativa privada. 

Hoy día desafortunadamente comenzamos a sufrir de nuevo los estragos de la inflación, pues en la tradicional carrera de incrementos de precios y salarios, el que siempre pierde es el trabajador que vive de su salario.

Ya con la crisis política electoral que padecemos es suficiente, porque sumarle ahora una crisis económica, podría resultar fatal. Cuidado.