Fue precisamente una consulta ciudadana lo que llevó a Andrés Manuel López Obrador a ser elegido como el candidato a la jefatura de gobierno del entonces Distrito Federal en el 2000 por el Partido de la Revolución Democrática (PRD). El ejercicio fue realizado en ese entonces por la Fundación Arturo Rosenblueth, la misma que lleva actualmente el registro de las opiniones de la consulta sobre el nuevo aeropuerto.

 Y a lo largo de su mandato como jefe de gobierno, el ahora presidente electo usó en varias ocasiones y para distintos temas el método de la consulta para la toma de decisiones.

 Al año siguiente de haber sido elegido, López Obrador lanzó la primera consulta de su administración para preguntarle a los capitalinos su opinión respecto al horario de verano y su implementación. El 24 y 25 de febrero tuvo lugar en el Distrito Federal esa primer consulta  respecto a cambio de horario, decisión defendida y apoyada por el presidente Vicente Fox Quesada. En ese entonces, la consulta fue realizada vía telefónica a 321,993 personas; el resultado, 75 por ciento en contra y 25 por ciento a favor. El tema escaló hasta llegar a los tribunales que optaron por dejar la decisión en manos del Congreso, que finalmente aprobó el nuevo horario de verano.

 En noviembre del 2001, la segunda consulta del gobierno capitalino de Andrés Manuel se realizó para consultar a la gente sobre si se debía aumentar o no el precio del boleto del metro, los trolebuses, el tren ligero y los camiones RTP. Al igual que la consulta sobre el horario de verano, se le preguntó a 47,835 personas vía telefónica, a lo que 60 por ciento respondió que sí debería aumentarse el precio de 1.50 a 2 pesos el servicio de transporte público en la ciudad.

 Otra consulta en la que participaron los capitalinos fue para decidir si aprobaban o no la política implementada por López Obrador para regular las marchas en la ciudad. En 2001, los ciudadanos aprobaron que no se utilizaría la fuerza pública frente a una manifestación.

 Para septiembre de 2002 y con el proyecto del segundo piso del periférico y el viaducto en puerta, se decidió preguntarle de nueva cuenta a la sociedad su opinión. Un total de 754,067 personas participaron vía telefónica, a lo que la mayoría optó por el sí. Para esta consulta, el gobierno del Distrito Federal contó con el apoyo y participación del Instituto Electoral del Distrito Federal para la instalación y conteo de opiniones.

 La idea de revocación de mandato no es nueva dentro de los discursos políticos del tabasqueño. Durante su administración, se sometió en dos ocasiones a la revocación de mandato, la primera ocurrió a finales del 2002 y la segunda a mediados de 2004. Usando el mismo método de la llamada telefónica, de acuerdo con las cifras del gobierno capitalino, 658,000 llamadas fueron a favor de que López Obrador continuara al frente del gobierno del Distrito Federal.

 Este viernes y a través de un video publicado en sus redes sociales, el presidente electo anunció que buscará modificar la Constitución Política del país para que cualquier tema pueda ser sometido a una consulta. El Artículo 11 de la Ley Federal de Consulta Popular indica que los temas que no podrán ser sometidos a una consulta son:

La restricción de los derechos humanos reconocidos por la Constitución

Los principios consagrados en el artículo 40 de la Constitución

La materia electoral

Los ingresos y gastos del Estado

La seguridad nacional

La organización, funcionamiento y disciplina de la Fuerza Armada permanente.