La palabra “sarcasmo” viene del latín sarcasmus, que a su vez proviene del griego sarkasmós, formado a partir del verbo sarkázeib (desollar), con origen en sarx, sarkós (carne).

La raíz griega sarkós está presente también en otras palabras no siempre vinculadas a sarcasmo, como son sarcófago (esa sí, pues etimológicamente es carnívoro, devorador de carne), sarcolema (membrana que envuelve las fibras musculares), sarcoma (tumor maligno) y polisarcia (obesidad morbosa).

Sarcasmo es un término culto, documentado en español desde 1757, en la Rhetórica de Gregorio Mayans y Siscar (1699-1781), significando burla mordaz y sangrienta. La vinculación entre mordaz y sangre es debido a que las burlas o críticas pueden ser mordaces, algo así como arrancar un pedazo de carne a la víctima del sarcasmo. Conozco a un amigo que si no existiera la palabra sarcasmo, su nombre la habría sustituido.