05/May/2024
Editoriales

Respuestas oportunas

_¡Qué bruto soy!, ni siquiera tuve la delicadeza de saludarte cuando llegué, le dijo mi amigo Arturo a La Pantera, un amigo muy leopardo que tuve desde la escuela primaria.

Y este muchacho, que se especializaba en ‘darnos madera’ a todos durante el recreo, le contestó inmediatamente:

_¿Y quién soy yo para contradecirte? Si tú dices que eres un bruto, no puedo menos que aceptarlo, aunque creo que te quedaste corto.

Las carcajadas de todos los que lo escuchamos fueron ruidosas, y al paso de los años, he parafraseado muchas veces al ocurrente felino quien, por cierto, se volvió ojo de hormiga desde hace más de dos décadas.

Pero después leí que esa lógica para ‘maderear’ a la gente, había sido utilizada por un famoso médico del siglo XVIII, Jean – Marie Guerin, co autor de la vacuna anti tuberculosis BCG.

Guerin era amigo y atendía al papa Pío XIX, el último pontífice que reinó temporalmente los Estados Pontificios de 1846 a 1878, y convocó el Concilio Vaticano I en el que se proclamó como dogma la infalibilidad del papa cuando habla ex cathedra, quien sufría de várices ulcerosas. 

El doctor Guerin trataba las várices del viejo pontífice con ungüentos, y después de algún tratamiento que mejoró su estado, el papa dijo:

_‘Guerin, viejo amigo, eres el mejor médico del mundo’, a lo cual contestó  el facultativo, con la misma tesis de La Pantera, en estos términos: 

_‘Santidad, sería pecado decirle lo contrario; debe ser cierto que soy el mejor médico del mundo, toda vez que usted es infalible’