Marzo 18 de 1948: Provoca una estampida fatal en el Cine Maravillas, la broma de un joven que gritó: ‘Se quema el cine’. El recinto de este popular Cine Maravillas (‘Cine Maracas’) estuvo ubicado en la Avenida Madero número 604 oriente de la Ciudad de Monterrey, teniendo solo una puerta de entrada y de salida, así que al grito del jovenzuelo no identificado, se generó un gran pánico entre los asistentes a la función, quienes corrieron despavoridos y en la estampida hubo treinta y seis heridos de gravedad y dos muertos.

Era la Época de Oro del Cine Nacional y a la Ciudad llegó un auge de construcción de salas cinematográficas. El día 23 de enero de ese mismo año se había inaugurado cerca de allí el Cine Reforma, que contaba con una moderna y enorme sala con doble galería para el público. Y en diciembre 19 de 1947 había abierto sus puertas el cine Monterrey, ubicado por la calle de Aramberri enfrente de la Alameda Mariano Escobedo. Desde luego que como estaban en competencia, de inmediato corrió la especie de que ese joven que gritó en el Maravillas venía con esa misión enviado por alguno de los otros cines, rumor que jamás fue comprobado. La verdad es que semejante tragedia repercutió en la escasez de público en las nuevas salas hasta que con el tiempo se regresó a la normalidad, pues la autoridad municipal exigió que hubiese salidas de emergencia en todos los lugares que albergaran a muchas personas.