Editoriales

El cuadro que nadie quería

Teri Horton, una operadora de camión estadounidense jubilada amaba comprar en las tiendas de segunda mano. En 1990 entró en la ciudad californiana de San Bernardino a una tienda de las que le gustaban. Al fondo del local, Teri encontró una pintura que nadie parecía querer, ella misma la vio horrible, pero le gustaba para regalársela a un amigo que estaba deprimido.

Al llegar a la caja con la pintura le regateó a la cajera y en vez de pagar 8 dólares terminó pagando 5. Pensaba  beber cerveza con su amigo y usar en todo caso el cuadro para lanzar dardos. Pero algo le latió y como Teri conocía a un profesor de arte lo buscó, y fue el que intuyó la verdad diciéndole: Creo que tienes un Jackson Pollock. Si no se es experto en arte no se ven más que líneas sin sentido, pero un experto pudo identificar que se trataba de una obra original del maestro del expresionismo abstracto. La pintura fue valorada en 50 millones de dólares. No se sabe si Teri sobrevive, pero lo cierto es que literalmente se sacó la lotería pagando un boleto de sólo 5 dólares. Imagínese al dueño de la tienda cómo se la habría pasado cuando se enteró de lo que vendió.

 

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