08/May/2024
Editoriales

La Primera biblioteca pública

Desde que se fundó el Nuevo Reino de León, hasta hace un par de décadas, la única alternativa que tenían los estudiantes y el público en general de ilustrarse con libros y material bibliográfico de calidad, era en las bibliotecas. Ahora por la vía del internet se puede accesar a cualquier cantidad de información y textos, al grado de que se puede  afirmar que se ha democratizado esta parte de la cultura y la educación.

Sin embargo, durante toda la vida del Nuevo Reino de León, léase entre 1596 y 1821, no había ninguna biblioteca pública. Desde luego que las familias pudientes tenían su propia biblioteca, que algunas ahora son fondos privados, y las otras dos bibliotecas existentes eran las del Seminario Jesuita, que desde 1711 se instaló en la manzana formada por las actuales de Padre Mier, Mariano Escobedo, Morelos, Emilio Carranza, y Parás, que desapareció en 1745 cuando los jesuitas dejaron la Ciudad.

Y la otra biblioteca fundada más de un siglo después, fue la del Seminario Diocesano de Monterrey, creado en 1877, ubicado en las actuales calles de Zuazua y Padre Jardón. Se debe aclarar que el Seminario de Monterrey continúa funcionando, así como su biblioteca. Sin embargo, ambas bibliotecas no eran públicas, sino reservadas para seminaristas y sacerdotes.     

El concepto de biblioteca pública llegó a nuestra Ciudad por la vía del Cabildo de Monterrey el 30 de junio de 1825. El alcalde Julián de Arrese lo impulsó hasta que se aprobó su formación. En la primera biblioteca pública se exhibían los archivos municipales, incluyendo además de las Actas del Cabildo, las gacetas y diversas publicaciones antiguas emitidas por los diferentes gobiernos, es decir, Bandos Reales, la “Gaceta del Gobierno de México” impreso por el virreinato, y la Gaceta Imperial -de Iturbide-.

Entre otros documentos también estaban a disposición del público la Gaceta del Gobierno Supremo de México -de la época de los triunviratos de 1822-1823-, y la Gaceta del Supremo Gobierno de la Federación Mexicana que apenas se había iniciado a publicar en 1824. Y el Cabildo hizo un llamado a los reineros para que donaran a este fondo los libros y revistas que en su criterio fueran de interés general.

Al principio había el inconveniente de la falta de personal preparado para atender las solicitudes del público, pues esta biblioteca era “de estantería cerrada” es decir, se le tenía que pedir a un encargado el texto buscado, o solicitarle orientación de los textos existentes. Por eso, la Biblioteca pública sólo funcionaba dos horas por las mañanas de los domingos.

Pero su concepto era avanzado, pues se daba un servicio extra, consistente en clases de civismo que se impartían en coordinacion con el gobierno del Estado. En ellas se enseñaban los valores republicanos y federalistas, porque había la urgencia de formar a ciudadanos, puesto que no habían pasado muchos años de cuando eran súbditos.  

Veamos un fragmento del acta donde se acuerda la creación de esta biblioteca. 

En la Ciudad de Monterrey en treinta de Junio de 1825 reunidos en Cabildo de este dia los Ciudadanos Julian de Arrese Presidente Rafael Sanchez Alcalde 2o Felipe de la Garza Alcalde 3o los Sindicos Procuradores Pedro Gonzalez y Mateo Quiroz, los Regidores Juan Jose Martinez, Ramon Treviño, Julio Taboada, Jose Angel Zambrano y Jose Antonio de la Garza y Saldivar habló el Señor Presidente de esta suerte =…  Que se forme una biblioteca de todos los papeles publicos que tenga esta corporacion los que no siendo constantes se nombre una comision para que salga a pedirlos a los vecinos de esta Ciudad que tienen subscripcion a ellos de cuyo patriotismo es de esperar los franqueen, ofreciendo yo desde ahora dar los que poseo que no son de corto numero, y colectados que sean se pongan en la primera Sala de este Ylustre Ayuntamiento en sus estantes con su llave al cargo de uno de los individuos que turnara con los demas al mismo Ayuntamiento quien los pondra de manifiesto al publico (cuidando de su custodia) cada domingo dos horas por la mañana, como lo tiene mandado observar el supremo Gobierno para instruccion de todos los Ciudadanos en asuntos de la Patria para que de este modo se asegure mas y mas nuestra Santa Yndependencia y el actual Sistema de Gobierno que felizmente nos rige, cuyo establecimiento luego que haya de ponerse en uso le avisara al publico el dia que debe comenzar, invitando a los Ciudadanos para que concurran a aprovecharse de este medio que propende a ministrarles ilustracion en materias politicas que son tan interesantes a la sociedad:  

Esta Biblioteca Municipal funcionó hasta 1830 cuando el vicepresidente Anastacio Bustamante se alzó contra el presidente Vicente Guerrero, con el Plan de Jalapa que amenazaba a todo aquel que se opusiera, así que para no tener problemas pues entre el material de la biblioteca había algunos documentos que se podrían malinterpretar se prefirió, de nuevo, callar.

No se sabe cuántos volúmenes alcanzó a tener la Primera Biblioteca Pública, ni cuanta gente asistió a las clases de civismo, acaso sabemos por el texto del acta, que el alcalde donó su fondo a este buen intento de dotar a nuestra Ciudad de un espacio dedicado a los libros.