04/May/2024
Editoriales

¿A dónde vamos?

La prensa crítica es necesaria para el debate, y la transparencia de los actos de gobierno son condición sine qua non para el buen funcionamiento de un régimen democrático.

Un gobierno necesita la participación de toda la sociedad gobernada y en ella siempre hay alguna oposición, pues la unanimidad desapareció del vocabulario político hace mucho tiempo, y la aplicación de los caudales públicos deben ser transparentes.

Buena parte del debate nacional se celebra en los medios de comunicación; desde el siglo XIX había periódicos en la Ciudad de México como El Mosquito Mexicano que decía el 29 de abril de 1835: … ¿Ver en las cárceles padecer a otros por un chisme o friolera, y los famosos ladrones y asesinos, entrando y saliendo a menudo de esas mismas cárceles, y yendo y viniendo de los presidios?.

En cambio, ese mismo año El Correo del Atlántico publicaba: La solemnidad con que se celebró la entrada del general presidente Don Antonio López de Santa Anna en esta capital el domingo último (28 de junio) ha sido una de las mayores pruebas de afecto y gratitud que se pueden dar a S. E. Por los distinguidos servicios con que ha minorado los gravísimos males de la patria.

Un periódico critica al gobierno y su justicia mientras el otro alaba al presidente.

Así se ha construido nuestro país, entre críticas y alabanzas soportadas por ambas partes del debate; y ni Antonio López de Santa Anna persiguió a la prensa libre.

Por eso duele que los periodistas Carlos Loret, Brozo, Enrique Krauze, Pablo Hiriart, Alejandro Junco de la Vega, Carmen Aristegui y otros, sean satanizados desde la conferencia mañanera que nos receta el presidente López Obrador, quien clasifica a los medios en ‘prensa fifí’ y simplemente prensa.

Porque hay medios que por el contrario lo alaban sin rubor, y casi todo parte de las conferencias mañaneras que podrán ser un fracaso comunicativo pero son un exitazo propagandístico.

En cuanto a la ‘nueva prensa’ que son las redes sociales, también tiene la distorsión de los aparatos de respuesta oficial por medio de bots, que hacen escarnio de quienes se atreven a criticar al gobierno.  

Si no se tolera a los periodistas críticos, y si de pronto se cierran las opciones de la transparencia en las obras públicas, cancelando las libertades de prensa y de información, los mexicanos no tenemos más que dos alternativas: o cerramos los ojos esperando la clausura de las demás libertades, o los abrimos para dar una fuerte pelea electoral en el año 2024, o… ¿a dónde vamos?