Madrid - El jefe del gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, mantiene contactos con otros partidos políticos para lograr apoyos con los que pueda ser investido para un nuevo periodo en el cargo, tras las elecciones del 26 de junio.
La vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, informó lo anterior en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consejo de Ministros, en la que aseguró que se trata de contactos "discretos".
"Está muy activo pero en la manera en que él considera que puede obtener mejores frutos, de forma constante y discreta", aseveró.
Rajoy, como líder y candidato del Partido Popular (PP), ganó las elecciones de junio pasado, pero sin la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados que necesita para ser votado para un nuevo mandato.
El PP tiene 137 diputados, frente a los 85 del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), 71 de la coalición izquierdista Unidos Podemos, 32 de la centroderecha Ciudadanos, y el resto repartido en formaciones nacionalistas e independentistas.
De acuerdo con el sistema parlamentario español, tras los comicios se abre una etapa en la que el Congreso de los Diputados debe elegir al presidente del gobierno con al menos el voto de 176 (la mitad más uno) de los parlamentarios.
En caso de no ganarse una primera votación, hay una segunda oportunidad 48 horas después, en que el candidato puede ser electo por mayoría (más votos a favor que en contra).
Los contactos que Rajoy realiza son para convencer a otros partidos políticos para que le voten, aunque hasta ahora se desconoce el contenido de esas negociaciones que realiza.
Las conversaciones se pueden acelerar en próximos días de cara a la ronda de consultas que el rey de España, Felipe VI, realizará entre los días 26 y 28 de julio, y que cerrará el propio Rajoy.
Tras esta ronda, el monarca podría proponer al Congreso de los Diputados a Rajoy candidato a la Presidencia del gobierno, por lo que en caso de ser así se fijaría fechas para el debate de investidura.
Sáenz de Santamaría recordó que la necesidad de formar un gobierno con rapidez está en que España tiene compromisos económicos y administrativos que no puede retrasar, y que son decisiones que un ejecutivo en funciones (interino) como el actual no puede tomar.
España vive una situación sin precedentes, ya que el gobierno está en funciones desde diciembre pasado en que concluyó el periodo de cuatro años constitucional, y se celebraron elecciones ese mes pero el bloqueo político impidió la formación de gobierno y obligó a nuevas elecciones en junio.
Ante esa situación, un grupo de intelectuales, académicos, periodistas, y entre ellos seis exministros socialistas, difundieron un manifiesto en el que piden una formación rápida del gobierno y se eviten unas terceras elecciones.
