Noviembre 22: se celebra en nuestro país y en el mundo, El Día del músico. Esta tradición viene – como muchas otras- de la Iglesia católica, pues se conmemora la martirización de Santa Cecilia, personaje clásico que aparecía en las pinturas del siglo XV tocando un arpa. Y esta tradición data desde 1695 que en Edinburgo, Escocia, se celebra año con año. En México se organizan festejos muy alegres dado que los propios músicos son los encargados de amenizar su espectáculo.

En la Plaza Garibaldi, ubicada en el corazón de la ciudad de México, se destaca la imagen de santa Cecilia, con un altar en medio de la plaza con su imagen vestida de novia con vestido blanco. Como este lugar es conocido también como La Plaza del Mariachi, son estos músicos los que predominan, pero igual sucede en los lugares en donde actúan otro tipo de especialidades, como los músicos regionales norteños, tropicales, huapangueros, tríos, orquestas sinfónicas y sobre todo los que tocan y cantan nuestra música ranchera, que van a misa temprano para después irse a festejar todo el día. Es increíble la variedad musical de nuestra patria, pues por ejemplo, en la sierra mixe de Oaxaca, hay jóvenes y niños que no hablan español pero pueden leer notas musicales e interpretar música clásica.

En San Jerónimo Amanalco, pueblo náhuatl de la sierra de Texcoco, la fiesta es de toda la población pues se trata de un pueblo de músicos y es todo un espectáculo ver que hoy tendrán un magno festejo como si fuera Navidad o alguna otra festividad nacional de las que involucra a todos los habitantes de una población. Recuerdo que cerca del Monumento a la Independencia o “La Mona del Arco” de nuestra ciudad, había todas las noches conjuntos musicales que ofrecían sus servicios para serenatas, costumbre que disminuyó hasta casi desaparecer por cuestiones de la inseguridad, pero que en aquellos años en esta fecha había un gran festejo. Feliz día a todos los músicos.