Junio 9 de 1994: se forma en la casa de Jorge Castañeda, ubicada en el barrio de San íngel de la ciudad de México, el Grupo San íngel.

Integrado por 66 personajes, entre ellos intelectuales, lí­deres gremiales, empresarios y polí­ticos, como Manuel Camacho Solí­s, Enrique González Pedrero, Alfredo del Mazo, Tatiana Clouthier, Amalia Garcí­a, Vicente Fox, Javier Livas, Teodoro Césarman, Elba Esther Gordillo y otros más, con el objetivo de definir propuestas que ayudaran a encontrar una transición pací­fica hacia las elecciones que se celebrarí­an el 21 de agosto de 1994.

El paí­s estaba convulsionado por varios motivos relacionados con la violencia polí­tica: la irrupción en enero de ese año del EZLN en Chiapas como protesta por el inicio del TLC; el asesinato del cardenal Posadas Ocampo el año anterior y la salvaje cuanto pública ejecución del candidato del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta, el 23 de maro de 1994. Le urgí­a a México la existencia de espacios para el diálogo polí­tico pues la designación del candidato sustituto

Ernesto Zedillo, gris personaje que competí­a contra Cuauhtémoc Cárdenas, de un Frente Amplio de Izquierdas –antecesor del PRD-; y Diego Fernández de Cevallos, candidato del PAN, no proyectaba confianza y se temí­a un brote de violencia generalizado en el paí­s. La opinión pública sentí­a cierta tranquilidad con las opiniones del Grupo San íngel al provenir de este conglomerado de personajes públicos de todas las corrientes polí­ticas, pues el comandante Marcos, que declaraba a nombre del EZLN, sólo creaba polémicas por representar a un grupo radical y violento de origen dudoso, y las voces del Congreso federal estaban totalmente polarizadas.

Por cierto, la respuesta de Marcos al dí­a siguiente de la creación de San íngel, es anunciar que el 98% de sus comunidades rechazaban firmar la paz. Y al otro dí­a estalló un coche bomba en Zapopan, Jalisco. Pasaron las elecciones en medio de una paz tensa pero el 28 de septiembre regresó la violencia polí­tica al caer ví­ctima de las balas de un sicario, otro prií­sta, el lí­der de la bancada del PRI que entrarí­a apenas en funciones, José Francisco Ruiz Masseau.

Que se formara este Grupo San íngel permitió que en los medios de comunicación se escucharan opiniones calificadas que previamente se habí­an matizado con discusiones ricas por su pluralidad polí­tica. Localmente en Nuevo León se creó el grupo México Hoy, del cual formé parte, buscando la construcción de un espacio de discusión polí­tica a nivel local con temas nacionales y locales, que fue atacado por tirios y troyanos hasta que se desintegró. Regresando al Grupo San íngel, su duración fue de poco tiempo, pero sus opiniones fueron importantes más que para el medio polí­tico, para la opinión pública nacional. Este papel de enviar mensajes públicos plurales deberí­a hacerse en las cámaras de diputados y de senadores, pero desafortunadamente son pocos los puntos de acuerdo y muchos los desacuerdos entre sus integrantes.