Editoriales

La envidia

La envidia es un sentimiento de infelicidad causado por desear algo que posee otra persona. Hay quienes dicen que sienten “envidia de la buena”, pero esa no existe. La crítica algunas veces precede al sentimiento de envidia, aunque muchas veces va implícita en aquella. 

Si una persona es próspera y tiene problemas, el envidioso dice que es la justicia divina, pues esa persona no merece tal prosperidad.

Si es una persona trabajadora, el envidioso dice que quiere hacerse rico de la noche a la mañana, que es codicioso. Y si deja de trabajar dice que pronto será un mendigo porque no produce nada.

Si se trata de una persona que tiene el don de la palabra, dice que es un merolico, y si es discreto, dice que es casi mudo.

Si a esa persona no le agradan los enfrentamientos, dice que es un cobarde, pero si por el contrario es de pelea, lo califica irascible o de loco.

Si se viste con discreción y cuida su alimentación, dice que es un miserable que no gasta ni en su propia comida y vestido. Pero si es de buen diente, y viste con elegancia, dice que es un glotón afeminado.

Si no viaja, el envidioso dice que de nada le sirve el dinero pues no conoce nada ya que nunca sale de su ciudad; y si es viajero frecuente, dice que se va de viaje porque anda huyendo de algo malo que hizo.

Desde luego que las envidiadas son siempre personas triunfadoras, porque los envidiosos perdonan todo, excepto el éxito de los demás.