California - Woody Allen ha hablado estos días en una entrevista en el programa argentino “Periodismo para todos”, de Jorge Lanata.

Le confesaba a este popular presentador en Argentina que siente que él debería ser la imagen del movimiento #MeToo, en lugar de haber sido defenestrado por las acusaciones de Dylan Farrow, hija adoptiva suya y de Mia Farrow, que le considera culpable de haberla agredido sexualmente. “Durante mi larguísima carrera, ninguna actriz se ha quejado de mi forma de actuar nunca”, declaró.

Como estaba previsto, la joven ha salido al cruce de lo dicho por su progenitor, en un tono bastante duro. “Todas las payasadas recientes de Woody Allen demuestran su desesperación por salvar una carrera que ahora hace aguas”, ha comentado en su cuenta de Twitter. “Sus verdaderos sentimientos el movimiento #MeToo se hicieron evidentes con su defensa inicial de Harvey Weinstein”.

“Todo lo que dice ahora no es más que una estrategia de relaciones públicas en un intento de socavar la credibilidad de las acusaciones en su contra”, añadió. “Ahora las víctimas somos más sabias y sabemos a qué recurrirán los hombres poderosos para degradar y silenciar a sus víctimas”.