Abril 11 de 1891: muere en Monterrey, el ex gobernador Ramón Treviño. Nacido en San Nicolás de los Garza, el 31 de enero de 1841, Ramón Treviño Cantú fue hijo de Francisco Treviño y Francisca Cantú. Estudió toda su carrera en nuestra ciudad, llegando a titularse de abogado en la Escuela de Jurisprudencia de Nuevo León, distinguiéndose como buen orador. Empezó su carrera política como regidor de Monterrey en 1867, y un lustro después, en 1872, fue diputado local. Llega a ser Secretario General de Gobierno y en agosto de 1873 asume la gubernatura del estado, tomando posesión formal el 4 de octubre de 1873, sustituyendo al ilustre médico José Eleuterio González “Gonzalitos”.

  Durante su periodo se instituye el consejo de Instrucción Pública y se forma el departamento de Catastro. Asimismo, se modifican varias leyes, entre ellas, se aprueba la propia reforma a la constitución política del Estado de Nuevo León, en 1874. Viaja a la ciudad de México a gestionar recursos para enfrentar a los indios salvajes que asolaban el estado, tardando dos meses en regresar, por lo que queda a cargo del gobierno, José Eleuterio González. Por no estar de acuerdo con el Plan de Tuxtepec en contra del presidente Lerdo, lanzado por Porfirio Díaz, Ramón Treviño solicita licencia al Congreso del Estado el 24 de mayo de 1875, renovándola el 27 de julio hasta el fin de su periodo. Quedó como gobernador sustituto el abogado Francisco González Doria, quien enfrentó en junio de 1875, un conflicto entre el gobierno estatal y los mandos del ejército, debido a las elecciones del Legislativo. Es que el general Carlos Fuero, mando militar destacado en Monterrey, intervino en el proceso electoral desvirtuando el principio de imparcialidad, provocando que las autoridades locales protestaran vigorosamente. El clima político se tensionó y en septiembre de 1875 el general Fuero declaró el estado de sitio, cesando al Ejecutivo y al Legislativo, asumiendo el poder político, en una especie de cuartelazo local. Pero esa ya es otra historia, hoy recordamos a Ramón Treviño, quien retirado de la política se dedicó a dar cátedra en el Colegio Civil y a escribir como periodista. Padre del médico Ramón E. Treviño, quien llegó a ser alcalde de Monterrey, y abuelo de Leopoldo Treviño, quien al igual que su padre, fue alcalde de la ciudad. El ex gobernador Treviño muere el 11 de abril y es sepultado en la catedral de Monterrey, entre las columnas, frente al altar de las ánimas.