Francisco pidió un mundo de hermanos y no de muros cuestionando políticas antiinmigración vigentes en Hungría, como la alambrada en la frontera húngara con Serbia.

Desde las orillas del Danubio y con el Parlamento húngaro de fondo, el papa Francisco lamentó en su misa en Budapest las puertas cerradas a los migrantes en una homilía ante 50 000 personas, Además pidió a los líderes del mundo la paz, con una referencia a la guerra en Ucrania, para "un futuro lleno de cunas, no de tumbas".

Duele ver las puertas cerradas de nuestro egoísmo

"Es triste y duele ver las puertas cerradas: las puertas cerradas de nuestro egoísmo hacia quienes caminan a nuestro lado cada día; las puertas cerradas de nuestro individualismo; las puertas cerradas hacia los extranjeros, diferentes, emigrantes, pobres", dijo el pontífice.

Una misa con referencias políticas

El encuentro estuvo encabezado por la presidenta Katalin Novak y el primer ministro Viktor Orbán, cuyo escaso apoyo a Ucrania ha irritado a otros países de la UE.

Francisco pidió un mundo de hermanos y no de muros cuestionando políticas antiinmigración vigentes en Hungría, como la alambrada en la frontera húngara con Serbia.