Christian Nodal y Belinda sorprendieron al público pues este 25 de mayo ambos intérpretes dieron a conocer que se han comprometido formalmente para contraer matrimonio en un futuro.

El anuncio causó la emoción de los seguidores de “Nodeli”, y las felicitaciones por parte también de personajes del gremio artístico llenaron la caja de comentarios de la publicación en la que Nodal compartió que su novia lo acababa de hacer “el hombre más afortunado del mundo”.

Y es que el cantante de 22 años eligió una locación muy especial para la pedida de mano de la famosa intérprete, pues ahora que ambos se encuentran en España donde ella participa en la grabación de una serie, Nodal consideró que es el momento idóneo para dar un paso más en la mediática relación.

Para preparar el momento en que el cantante le entregó un anillo coronado con un hermoso diamante valuado en al rededor de 50 millones de pesos mexicanos, trascendió que el nacido en Sonora habría rentado el lugar desde un par de días antes y desembolsó 25 mil euros para ello, más de 600 000 pesos mexicanos. Nodal dispuso que para pedir la mano de “Beli”, el local fuera decorado con pétalos de rosas, múltiples arreglos florales y un juego de luces resplandeciente.

El romántico momento tuvo lugar en el recién inaugurado restaurante Salvaje, de Barcelona, un impresionante establecimiento de 2000 metros cuadrados que forma parte de una cadena que surgió en Panamá y ya cuenta con sucursales en Bogotá, Miami, y próximamente en Ibiza, Marbella y Cartagena de Indias.

El restaurante bar, el segundo más grande de la ciudad, está ubicado en Enric Granados 86, en la capital catalana y es el segundo restaurante que Grupo Salvaje abre en España, siendo el primero el inaugurado en Madrid (en la calle Velázquez) en 2020, cuando en plena pandemia logró arrancar con buen éxito.

Y es que hasta hace no mucho, el predio donde se alzó Salvaje Barcelona era otro restaurante, propiedad del futbolista Leo Messi y Grupo Iglesias: el Bellavista del Jardín del Norte, espacio que recreaba la ambientación de un pueblo y que tuvo que cerrar a finales de 2018 tras dos años de funcionamiento debido a las fuertes pérdidas acumuladas.

En la carta del establecimiento, diseñada por el chef venezolano Fermín Azkue, se ofrece gastronomía japonesa de autor, y el lugar mezcla diseño, amplios espacios y decoración contemporánea a todo lujo.

Acerca del ostentoso local que abrió sus puertas apenas el pasado 18 de mayo, la administración de Salvaje Barcelona contó a Time Out España antes de la apertura: “Ocuparemos todo el espacio disponible, incluso una parte de la terraza interior, de 1000 metros cuadrado. Habrá un interiorismo exquisito y rompedor, con estatuas de animales dorados, coctelería muy potente y mesas y reservados exclusivos. Y un servicio que no llegará a ofrecer show, pero sí que será bullicioso, desenfadado y lúdico. Un lugar para ver y dejarse ver, suponemos que habrá gente famosa, pero sin que la diversión y el brilli-brilli eclipsen una cocina de alta gamma, muy cuidada”.

Entre las delicias que ofrece la ecléctica carta, los comensales pueden disfrutar además de la oferta nipona, experimentaciones con influencias mediterráneas y nórdicas: arroz y fideos, tapas, aguacates trufados con salsa pozu, vaca rubia gallega, ternera wagyu, carabineros, salmón salvaje de Alaska y atún rojo mediterráneo.

Sushi, niguiris, sashimi, temakis, woks, ramen, ensaladas, tempura y pescado y carne cocinada con la técnica robata —una especie de parrilla barbacoa japonesa— son algunos de los platos que se pueden degustar en el enorme local.

Pese a que muchos de los productos que se preparan en la cocina del Salvaje son de importación, la propuesta de este establecimiento es hacer un guiño al producto local, incluyendo en sus platos las gambas de Palampos o los guisantes de Llavaneras o los calçots.

Con 1000 metros cuadrados de restaurante y otros 1000 metros cuadrados de terraza interior, el concepto de Salvaje Barcelona conjuga alta gastronomía y espectáculo con actuaciones a cargo de la compañía La Troop, y destaca por una decoración exuberante, que en esta ocasión conformó el ambiente ideal e íntimo para que el cantante de De los besos que te di pidiera la mano de su hoy prometida.